Fue el pasado sábado un día de especial afluencia de personas en la iglesia de San Antonio Abad. Razones había desde luego.
Ya tenía ganas de disfrutar de los trabajos de restauración de los frescos que decoran la bóveda y algunas paredes del templo cuya finalización estuvo a final del año 2019 y que no pude visitar entonces. Mi sorpresa fue encontrarme un templo renovado, con más luz y, por supuesto, más hermoso y acogedor.
Pero una vez que estamos en san Antonio Abad, no podemos hacer una visita sin mostrarnos a las santas imágenes de la Hermandad del Silencio.
Nuestro Padre Jesús Nazareno estaba en el altar sobre peana y abrazando la archiconocida cruz que soporta cada madrugá de la semana santa.
En la nave contigua, en el retablo, se encuentran las imágenes de María Santísima de la Concepción acompañada de San Juan Evangelista.
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