La Hermandad de Pasión, una de las más importantes de la Semana Santa sevillana, usaba como almacén el espacio donde ahora podemos ver la Capilla funeraria de la Familia Pineda, unas dependencias en el patio de los naranjos de la Iglesia del Salvador.
El traslado de las dependencias de la Hermandad a raíz de las obras de restauración del templo permitieron a los arqueólogos comenzar a excavar.
Algunos historiadores de la Iglesia del Salvador apuntaban ya que, en ese lugar, habían recibido sepultura Pedro de Pineda, sevillano fallecido en 1436 en una expedición de reconquista de Gibraltar, y su padre, Francisco Bernal de Pineda, que fue nombrado, por el rey Pedro I, escribano mayor de Sevilla.
Las prospecciones durante el periodo de excavaciones han confirmado esta hipótesis. El escudo heráldico de los Pineda, que representa un pino rodeado por ocho cabezas de lobo, se ha encontrado prácticamente intacto sobre una de las sepulturas.
Los trabajos arqueológicos han permitido ver cómo la capilla funeraria estaba abierta en sus lados norte y sur, aunque probablemente delimitada por rejas, y cerrada en su lado este aprovechando el muro de la antigua mezquita del siglo IX que se encontraba bajo la actual iglesia del Salvador.
Los Pineda fueron enterrados durante casi dos siglos en esta capilla, siendo Catalina Pineda la última de los miembros de este linaje de la que se tiene constancia que fue enterrada ahí, ya en el siglo XVI.
Por esas fechas, la familia se emparentó con los Ponce de León. Fue entonces cuando sus descendientes pasaron a recibir sepultura en otra capilla funeraria situada también en la antigua iglesia del Salvador.
Las obras de la primera iglesia barroca del Salvador, construida de 1671 a 1679, supusieron el olvido de esta capilla funeraria. Los arqueólogos creen que junto a la capilla de los Pineda, en la actual sacristía, podría haber otra capilla funeraria de la misma época, de una familia que se conocía como los Marteles, ya que los arcos de la cripta excavada encuentran correspondencia en los muros de la sacristía, un espacio que está aún por investigar.
La capilla de los Pineda que ha sido además de sacristía, almacén del campanero de la iglesia y de la Hermandad de Pasión.
The Brotherhood of Passion, one of the most important one of the Sevillian Holy Week, was using as store the space where now we can look the funeral Chapel of the Pineda Family, a few dependences in the court of the orange trees of the Church of the Salvador.
The movement of the dependences of the Brotherhood immediately after the works of restoration of the temple allowed to the archeologists to begin to excavate.
Some historians of the Church of the Salvador told that, in this place, had received grave Pedro de Pineda, Sevillian deceased in 1436 in an expedition for reconquesting Gibraltar, and his father, Francisco Bernal de Pineda, who was nominated, for the king Pedro I, a major notary of Seville.
The explorations during the period of excavations have confirmed this hypothesis. The heraldic shield of the Pineda, which represents a pine surrounded by eight heads of wolf, has been practically intact on one of the graves.
The archaeological works have allowed to look how the funeral chapel was opened in its sides north and south, though probably delimited by gratings, and closed in its east side taking advantage of the wall of the former mosque of the 9th century that one was finding under the current church of the Salvador.
The Pineda Family were buried for almost two centuries in this chapel, being Catalina Pineda the last one of the members of this lineage of which there is had witness that was buried there, already in the 16th century.
In these dates, the family became inited to the Ponce de Leon Family.
It was at the time when their descendants happened to receive grave in another funeral placed chapel also in the former church of the Salvador.