Al anochecer, en la Plaza Virgen de los Reyes, como en cualquier plaza de nuestra ciudad, se confunden las luces de la tierra con las luces del cielo.
La luna, en cuarto creciente, mata la oscuridad de nuestras calles. La luz de las farolas iluminan los pasos del caminante.
Dos luces distintas, dos luces necesarias, dos luces complementarias. Una imagen que, a pesar de la distancia, las une en comunión nocturna.
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To the dusk, in the Virgen de los reyes Square, since in any square of our city, the lights of the land get confused with the lights of the sky.
The moon, in increasing quarter, kills the darkness of our streets. The light of the lampposts illuminate the steps of the people. Two different lights, two necessary lights, two complementary lights. An image that, in spite of the distance, joins them in night communion.
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