La Torre del Oro es un monumento con forma de dodecágono, es decir, que tiene doce lados y doce ángulos, que se reflejan no sólo al exterior, sino también al interior. Esta forma es aprovechada en la planta alta de la torre por el Museo Naval para situar en cada uno de los lados una bandera y un nombre de viento, el correspondiente a la orientación que tenga cada lado.
Los nombres que podemos ver son: Boreas, Thracias, Etesius, Céfiro, Argestes, Ábrego, Auster, Leucondio, Omitias, Solano, Carbas y Gálico.
Homero ya nombra los cuatro vientos principales.
Bóreas, el viento del norte que traía el frío aire invernal; Noto (Νότος), el viento del sur que traía las tormentas de finales del verano y del otoño; (Ilíada II,145) Céfiro, el viento del oeste que traía las suaves brisas de la primavera y principios del verano; (Ilíada II,147) Euro (Εὖρος), el viento del este, que no estaba asociado con ninguna de las tres estaciones griegas y es el único de estos cuatro que no se menciona en la Teogonía de Hesíodo ni en los himnos órficos. Bóreas y Céfiro suelen ser mencionados juntos en Homero, al igual que Euro y Noto. (Ilíada II,145)
Posteriormente los escritores, especialmente los filosóficos, se esforzaron en definir los vientos con mayor precisión, según sus lugares en la brújula.
Así Aristóteles, además de los cuatro vientos principales (Bóreas o Aparctias, Euro, Noto y Céfiro), menciona tres: Meses, Cecias y Apeliote, entre Bóreas y Euro;
sitúa entre Euro y Noto a Fenicias;
entre Noto y Céfiro sólo incluye a Libis;
y entre Céfiro y Bóreas sitúa a Argestes (Olimpias o Escirón) y Tracias.
Según Aristóteles, el Euro no corresponde al este sino al sureste.
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