miércoles, 16 de marzo de 2022

IMAGO MUNDI (3): La palabra revelada.



Fray Juan de la Miseria. Retrato de Santa Teresa de Jesús. 
1576. Óleo sobre lienzo. Convento de San José de las Teresas. Sevilla
 

La Sala III de la exposición Imago Mundi estaba dedicada a "la palabra revelada".

Hay libros que tienden a convertirse en representación física de la divinidad. Hay una necesidad de compilar códigos, categorías morales más allá de las leyes de los hombres. Esos libros y documentos generan una forma de edición, de representación física y de capacidad simbólica única. Hay una manera de tratar de asir lo inexplicable, de representar lo que no es legible y sobre estos libros se fundamente buena parte de la historia universal.

Los escritos canónicos de la iglesia están codificados por algunos eruditos. De los Padres de la Iglesia se muestra el lienzo de Louis Cousin, así como la figura de San Jerónimo tanto en su estudio como en el desierto, pintado por Ribera, acompañado de los útiles de escrituras y rollos de libros. responsable de La Vulgata, la traducción de la Biblia hebrea y griega a un latín corriente a finales del siglo IV, con el objetivo de que fuese más fácil de entender, toma su nombre de la frase "vulgata edito", edición divulgada, para distinguirla de los anteriores textos en latín conocidos como Vetus Latina. 

El conocimiento teológico de la Sagrada Escritura ha sido representado en la iconografía cristiana con la meditación frente al libro como en San Antonio de Padua.

Los textos revelados han sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad, teniendo como carácter profético el Apocalipsis de San Juan Evangelista, también conocido como el Libro de las Revelaciones. También lo han sido la experiencia mística que ha dejado algunas de las cimas más importantes de la literatura como los escritos de San Juan de la Cruz o de Santa Teresa, quien señalaba la importancia de los libros: "lee y conducirás, no leas y serás conducido".

Sefer Torá. Siglo XIX. Libro en piel de carnero. Museo judío David Melul. Béjar.



Meguilá o Libro de Esther. En soporte, trabajo de orfebrería bañado en plata. 
Museo judío David Melul. Béjar.
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Yad (puntero). Marruecos. siglo XIX. Plata. Museo judío David Melul. Béjar.


Libro de los Profetas Menores (Biblia hebraica). 
1540, París. Universidad de Sevilla.


Corán. 1801. Manuscrito. Universidad de Sevilla.


La Biblia Sacra Vulgata Latina. Siglo XV. Manuscrito. Universidad de Sevilla.


Casiodoro de Reina. Biblia del Oso. 
Sin datos de impresión, ca. 1622. Universidad de Sevilla.


Benito Arias Montano. Nouum Iesu Christi D.N. testamentum: Sacrorum Bibliorum tomus quintus.
1571, Amberes. Universidad de Sevilla.


Luís de Alcázar. Vestigio arcani Sensus in Apocalypsi: cum opuscula de sacris ponderibus ac mensuris.
1619, Amberes.


Santa Teresa de Jesús. Las Constituciones. Manuscrito.
Convento de San José de las Teresas. Sevilla.


Santa Teresa de Jesús. Obras. 1670, Madrid. Convento San José de las Teresas. Sevilla.
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San Juan de la Cruz. Obras del beato padre fray Juan de la Cruz.
1694. Biblioteca del Hospital Real. Universidad de Granada.


A mediados del siglo XV Gutemberg desarrolló la imprenta que marcó un antes y un después en la historia. fue capaz de sintetizar y dar forma a los elementos mecánicos que ya existían y a los tipos de metal móviles de fundición de cada letra o símbolo, que facilitaron la producción.

Así ocurrió con el primer libro impreso masivamente, la Biblia de 42 líneas por página por el tamaño de la fuente que, aunque era grande, también facilitaba la lectura del texto y por este motivo se hizo muy popular entre los sacerdotes. de las 200 copias que se realizaron sólo se conservan 22 en la actualidad y una de ellas engrosa el patrimonio de la Universidad de Sevilla. La imprenta permitió la difusión masiva del conocimiento de los libros, siendo uno de los descubrimientos que mayor impacto ha tenido en la historia de la humanidad moderna.


Biblia Latina. Nuevo Testamento.
Johannes Gutemberg, impresor. Universidad de Sevilla.





Mattia Preti. Santa Teresa de Jesús. 1660-1665. 
Óleo sobre lienzo. Colección del Palacio Arzobispal. Archidiócesis de Sevilla.



Atribuido a Louis Cousin, también llamado Luigi Primo o Gentile. Los cuatro padres de la Iglesia Latina. 1635. Óleo sobre lienzo. Patrimonio Nacional.



Maestro de Portillo, anónimo castellano. San Jerónimo. 1500-1530.
Óleo sobre tabla. Monasterio de Santa Paula. Sevilla.



Anónimo. San Jerónimo en su estudio. Siglo XVI. 
Óleo sobre tabla. Monasterio de Santa Paula. Sevilla.



Juan de Ribera, el españoleto. San Jerónimo. 1616-1617.
Óleo sobre lienzo. Museo de Arte Sacro de la Colegiata de Osuna.



Juan Martínez Montañés. San Juan Evangelista. 1623. Madera policrómala.
Colección del Palacio Arzobispal. Archidiócesis de Sevilla.

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