¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
jueves, 18 de junio de 2015
La Puerta del Rectorado y el tabaco de las Indias.
Como decimos ayer, la puerta del Rectorado era la puerta principal de la antigua fábrica de Tabacos de Sevilla. Ésta es un de las razones por la que en las jambas de dicha puerta podemos ver motivos decorativos relacionados con esta actividad.
Por supuesto que se representan a los indios, grandes cultivadores de esta planta americana, pero también hay que hacer mención a una representación de los molinos de tabaco. La fidelidad de la reproducción permite apreciar hasta los engranajes.
Los molinos eran necesarios porque hasta el siglo XIX el tabaco se consumió en forma de polvo, el rapé de las novelas. La Real Fábrica de Sevilla llegó a tener 170 molinos movidos por 200 caballos.
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Hola amigo, Me llamo antonio y ayer precisamente me pase por la fabrica de tabacos con mi camara, me gusta tu blog por eso lo tengo en mi web
ResponderEliminarBuenos días Antonio, me alegra mucho que visite muestro blog y pueda caminar por Sevilla a través de los textos y las fotos que publicamos y le agradezco que nos tenga enlazados en su página web. Un saludo.
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