Este edificio llamado Casa de lo Pinelo está situado en la céntrica y estrecha calle Abades esquina con la calle Segovias. Es una casa-palacio de origen medieval que fue posteriormente enriquecido con diferentes elementos renacentistas. Guarda gran relación con otros palacios de la ciudad del mismo periodo, como la Casa de Pilatos, el Palacio de las Dueñas y el Palacio de Mañara.
El proceso de construcción fue iniciado a principios del siglo XVI por el canónigo de la Catedral de Sevilla Jerónimo Pinelo, hijo del comerciante de origen genovés y Factor de la Casa de Contratación de Indias Francisco Pinelo.
Tras el fallecimiento de Jerónimo Pinelo, la casa fue donada por su hermano Pedro en la segunda mitad del siglo XVI al Cabildo de la Catedral que fue su propietario durante varios siglos y la utilizó como vivienda para uso del clero, hasta la publicación del decreto de desamortización de 1855.
En 1856 fue adquirido en subasta pública por Francisco del Camino y Camino fundador de unos importantes almacenes comerciales que pagó la suma de 118.560 reales de vellon, más adelante pasó a otros propietarios y fue destinado a diversos usos, entre ellos colegio de primera enseñanza, alquiler de caballos y taller para fundición de caracteres de imprenta.
A partir de 1885, ya en manos de diferentes propietarios, conoció diversos usos. Fue un centro de primera y segunda enseñanza, un almacén de alquiler de carruajes, una imprenta y las oficinas del Monte de Piedad, y en los últimos años del XIX y primera mitad del XX fue ocupada por la "Fonda, Pensión y Hostal Don Marcos" que regía el presbítero Marcos de la rosa Jurado.
El 5 de febrero de 1954 fue declarada Monumento Nacional. En el plano municipal de 9 de Agosto de 1966, siendo al calde Don Félix Moreno de la Cova, se dio conformidad a la compra de este inmueble, en forma de expropiación, con el beneplácito de su propietaria Doña María Pérez de Guzmán y Pickman, por importe de 5.455.378 pesetas.
A partir de entonces, en la década de los 70, se llevaron a cabo una serie de obra de restauración y rehabilitación bajo la dirección del arquitecto Rafael Manzano Martos, entre otros, y con la aportación económica del Ayuntamiento y de la Dirección general de Bellas Artes.
Aunque inicialmente estuvo previsto destinar este edificio a sede del Museo Histórico de la ciudad y de otras instituciones de Cultura, finalmente se decidió que albergara la sede de la Real Academia sevillana de Buenas Letras y de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.
La fachada es de gran simplicidad, posee una amplia portada de piedra sin decoración situada en la esquina del edificio. Ha desaparecido la portada primitiva y queda un simple vano adintelado con despiece de dovelas. En él aparece un pequeño azulejo con la Giralda entre jarros de azucenas y una F, testimonio de que el inmueble ha pertenecido a la Fábrica del cabildo de la Catedral. Está rotulado con el nº 14 de la Calle Abades, antes nº 9.
En la primera planta puede verse un balcón con tejaroz de pizarra. Esta planta tenía dos ventanas por lo que el balcón se construyó en una reforma de 1780.
En la segunda planta hay un bello mirador con arquerías sostenidas por columnas de mármol y un antepecho de tracería gótica calada. Muestra cinco vanos en la fachada principal tres hacia la calle Segovias.
Fuentes: Wikipedia y la obra "La Casa de los Pinelo a la luz de nuevas aportaciones documentales" de Teodoro Falcón Márquez.
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