En la zona más meridional del Jardín de las Delicias nos encontramos con uno de los escasos elemento hídricos del conjunto monumental y ecológico: un pequeño estanque de forma rectangular con su correspondiente fuente.
Hoy os presento el estanque que, al servir de cobijo para el agua de riego del jardín, está en alto, a modo de alberca con un pequeño surtidor en el centro que más que alegrar la vista lo que hace es darnos pena por su pequeñez, su fealdad y su soledad ante el medio acuático que lo rodea. Adosada a una de su paredes hay una fuente, de la que hablaremos mañana. El estanque, a ojo de buen cubero, puede tener unos cinco o seis metros de largo por su parte más ancha. Poco menos en su parte más estrecha.
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