El azulejo consiste en una única baldosa cuadrangular pintada a mano, se caracteriza por su marco y caracteres azules sobre fondo blanco. La inscripción, encabezada por una cruz, es la siguiente: "Calle de/ Santa/ Teresa".
Estos azulejos fueron colocados en 1770 en cumplimiento de la Real Cédula de 1769 con la que el asistente Pablo de Olavide emprendió la ordenación del casco urbano.
Así, Sevilla queda dividida en 5 cuarteles, 40 barrios y 320 manzanas. Las fachadas de casas, conventos e iglesias quedaron numeradas a costa de sus dueños mediante piezas de azulejos.
Esta reordenación urbana pretendía remediar el desorden anterior.
Abajo tenemos otro ejemplo de la Calle Susona, antigua Calle de la Muerte.
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