Continuando con la argumentación del post anterior, en el 17 de la Calle Monsalves tenemos dos balcones y dos ventanas con azulejos enmarcando sendas aberturas.
En ellos se reflejan escenas campestres, algunas un tanto bucólicas. Toros, caballos conejos, aves, ciervos e incluso caracoles se mezclan con alguna figura humana y algún edificio de corte pastoril, pozos o iglesias.
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