Dice el refranero español que nadie es profeta en su tierra. Hoy traemos a este recuadro el caso de un artista sevillano que bien puede ser la gran excepción de este refrán: Bartolomé Esteban Murillo.
Que yo recuerde, al menos en tres emplazamientos distintos de la ciudad (y a cual más importante y sublime), existen estatuas dedicadas al pintor.
Una primera, en la plaza del Museo junto al Museo de Bellas Artes; otra en la fachada del palacio de San Telmo; y esta tercera que podemos ver hoy situado en la base del monumento dedicado a la Inmaculada en la Plaza del Triunfo.
Sevilla también le dedicó una Casa-Museo con su nombre y también le dio el nombre de Murillo a los jardines que están junto al muro del Alcázar por la Avenida de Menéndez Pelayo.
La mayor parte de la obra de Murillo está en el Museo de Bellas Artes de Sevilla y en el Museo del Prado de Madrid.
ResponderEliminarMerece la pena visitar el de Sevilla para admirar la obra de este magnífico pintor.