viernes, 3 de septiembre de 2010

Un altar en las alturas.



En la esquina de la Calle Ortiz de Zúñiga con la Calle Morería podemos ver este pequeño altar dedicado a la Virgen del Buen Suceso con un único lema:"Ave Maria Gratia Plena".

En una ciudad tan mariana como Sevilla no faltan los motivos religiosos por las calles. Pero esta imagen tiene su historia, la historia del Hospital de los Convalecientes.

Carlos de Urreón, viniendo desde Madrid, en 1634 se decidió crear un Hospital en Sevilla, siendo realizada la petición al Cabildo sevillano el 25 de octubre de 1635.

Fue igualmente el Cardenal Gaspar de Borja y Velasco quién insto al hermano Carlos a que rindieran culto a una imagen de la Virgen del Buen Suceso, que había en un tabernáculo de la collación del Salvador, a imitación de la devoción madrileña y que tenía su propia Cofradía.

Así pues la orden de mínimos se establece en la por entonces Plaza de la Castaña del Barrio de la Morería junto a la parroquia de San Pedro, donde adquieren unas casas e improvisan una capilla, a la cual trasladan a la Virgen del Buen Suceso y celebran las primeras misas.

Tuvieron que pasar más de 50 años para la terminación del Hospital de Convalecencia, concluyéndose el edificio en 1690, ahora había que realizar el Templo sobre los terrenos de la antigua capilla, construyéndose el nuevo basándose en el existente en la Puerta del Sol de Madrid. La iglesia del Buen Suceso fue inaugurada el 8 de septiembre de 1730.

 
 
A pesar de la orden expresa de no poder pedir limosnas para su sustento, y de la precariedad general que se instaló en casi todos los hospitales, el del Buen Suceso no sólo fue de gran importancia, sino que incluso ya en el siglo XVIII se reforzó el templo con nuevos retablos, cuatros e imágenes.

Parte de este auge fue la dedicación de dicho Hospital a la asistencia de enfermos militares, aparte de los habituales, cosa que incluso realizó durante la invasión francesa, el cual queda anexionado al ejército como hospital castrense (1809-1811).

Tras la expulsión de las tropas galas, el Hospital vuelve a la Orden de los Obregones, siendo expropiado de nuevo durante el trienio Liberal (1820-1823), siendo de nuevo recuperado por la Orden tercera de Mínimos en 1824.

La Ley General de Exclaustraciones de 1836 puso punto y final a la Orden de los Obregones, quedando expropiado el Hospital quedando fraccionado el edificio y adaptado como casa de vecinos quedando enajenados los bienes muebles y archivos.

En 1847 el hospital sale a subasta, y el propietario abrió la calle Ortiz de Zúñiga por la mitad del antiguo claustro, vendiendo por lotes el edificio, desapareciendo todo vestigio del Hospital, a excepción de su magnifica iglesia barroca. 

Justo en esta calle podemos ver el pequeño altar dedicado a la Virgen del Buen Suceso que vemos en la foto superior. 

4 comentarios:

  1. Hola Julio, te agradezco de nuevo tus oportunos comentarios. Siempre serán bien recibidos cuando nos alumbres en la historia de Sevilla.
    Cuando hice esta foto visité la Iglesia del Buen Suceso donde coincidí con el sacerdote tras una misa. Amablemente me indicó algunas joyas artísticas de la Iglesia. A su vez yo le pregunté por el azulejo de la calle Ortiz de Zúñiga. Me dijo que era de la Virgen del Carmen del Buen Suceso.
    Quizá he pecado de acortar el nombre de la Virgen del azulejo pero no es del todo incorrecta.
    Otra vez intentaré ser un poco más preciso.
    De todos modos, es un buen apunte este que nos has realizado. Espero seguir aprendiendo de tu experiencia y conocimientos, Julio.

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  2. me encanta su blog,acabo de descubrirlo y es una delicia,tal que pasear por sevilla ciudad en la que estudie y a la que vuelvo siempre que me es posible.Muchas gracias por dejar que me asome a ella desde aqui.Un fuerte abrazo

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  3. Gracias por este comentario y por tus amables palabras. Espero que te siga gustando todo lo que publiquemos día a día.
    Un saludo.

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