Mostrando entradas con la etiqueta Iglesia de San Juan de la Palma. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Iglesia de San Juan de la Palma. Mostrar todas las entradas

sábado, 20 de mayo de 2023

La iglesia de San Juan de la Palma (10): los cuadros de la nave del Evangelio.



Salomé con la cabeza del Bautista. Anónimo
De finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII.
 


Adoración de los Reyes.
Anónimo. Siglo XXVII.



Estigmatización de San Francisco. Anónimo.
De 1670. Donado por Bartolomé de la Cuesta.



Inmaculada. Anónimo
Del siglo XVIII.



San Francisco Javier atendiendo a Marcelo Francisco Maserilli.
Anónimo. Primer tercio del siglo XVII.


Adoración de los Reyes.


Lienzo de la Verónica.




viernes, 19 de mayo de 2023

La iglesia de San Juan de la Palma (9): los retablos de la nave del Evangelio.

 


En la nave del Evangelio de la iglesia de San Juan de la Palma nos vamos a encontrar con dos grandes retablos (el de las Ánimas Benditas del Purgatorio y el de la Virgen de la Antigua), dos retablos pequeños (la Virgen Milagrosa y San Antonio de Padua), una peana sobre la pared dedicada al Sagrado Corazón de Jesús y dos entradas a dos capillas, quizá las más importantes del templo, que son la Bautismal y la Sacramental. De éstas últimas hablaremos en otra ocasión.


1.- RETABLO DE LA VIRGEN DE LA ANTIGUA.

El retablo de la Virgen de la Antigua tiene, en su parte central, una imagen de la virgen que es copia de la que existe en la capilla de la misma virgen en la Catedral sevillana. 

Coronando el retablo de la segunda mitad del siglo XVIII se encuentra una Inmaculada que se cree que es de origen napolitano. Bajo la Virgen de la Antigua nos encontramos una imagen de Madre Purísima de la Cruz y un relicario. Este retablo está en la cabecera de la nave del Evangelio.









2.- RETABLO DE LAS ÁNIMA BENDITAS DEL PURGATORIO.


Entre las dos puertas de acceso a la Capilla Sacramental se encuentra el retablo dedicado a las Ánimas Benditas del Purgatorio. A imagen y semejanza del lienzo que lo preside existe un retablo cerámico en el muro exterior de la nave de la Epístola por su parte externa datado a principios del siglo XX.


El retablo fue realizado a principios del siglo XIX en estilo neoclásico al que se le añadió la pintura de las Ánimas obra de Francisco Miguel Jiménez de Alanís a finales del siglo XVIII. Delante de él tenemos un crucificado igual que el de la iglesia de San Pedro. Su primo Vicente Alanís fue el autor del cuadro de San Lorenzo Mártir.

Esta pintura de Ánimas Benditas del Purgatorio realizada por Francisco Miguel Jiménez de Alanís (Sevilla, 1717-1793), miembro de la Hermandad Sacramental de San Juan de la Palma, está íntimamente ligada a la de San Lorenzo de su primo Vicente Alanís. 

Ambas están encuadradas en este retablo neoclásico de principios del siglo XIX, pero fueron realizadas probablemente al final de la década de los sesenta o a principios de los setenta del Setecientos. En el caso de Vicente Alanís, por su semejanza con otras pinturas, todas de esa cronología. En el de Jiménez, por el hecho de que no ejecutó encargos tras 1775, año en que se integró en la Real Escuela de las Tres Nobles Artes de Sevilla en 1775 como teniente de pintura de Juan Espinal. Esto encuadraría ambas obras entre 1767 (muerte de Tortolero) y 1775 (curso inaugural de la citada escuela de dibujo). 

Si es correcta esta cronología el retablo que ocuparon en origen respondería al diseño rococó con decoración a base de rocallas del momento en que la estética de Cayetano de Acosta encontraba en Sevilla más predicamento. Seguramente por eso, una vez hubo cambiado el gusto y se hizo imperativo la aplicación de la normativa regia relacionada con los retablos, se sustituiría aquel por esta reminiscencia clasicista griega (quizá su autor pudiera haber sido el retablista Manuel Barrera y Carmona). 

También la relación entre ambas pinturas es causada por su funcionamiento litúrgico dentro del templo. Sabido es que todas las corporaciones sacramentales rendian culto a las Ánimas Benditas del Purgatorio durante el mes de noviembre con objeto de alcanzar su salvación y descanso eterno. En ese sentido la devoción a San Lorenzo jugaba un papel fundamental ya que, quizá practicando una piadosa tradición, el mártir tenía el privilegio de liberar cada viernes el alma de un purgante por haber muerto ese día. De esa manera, el disponer encima de la pintura de ánimas de Jiménez el San Lorenzo de Alanís significaba que los purgantes contaban con el amparo y protección de un santo que había sido martirizado a partir de las llamas y que se presentaba ante ellos como prueba de que las penalidades de la Tierra obtenían la gloria en el Cielo gracias a la misericordia de Dios. 




En el ático del retablo  tenemos una representación de San Lorenzo Mártir que, como dijimos, se le atribuye a Vicente Alanís a finales del siglo XVIII. 

La composición es sencilla: la figura del mártir aparece ocupando casi todo el espacio, de pie y calzado, como exponiéndose a la contemplación del fiel. Viste un alba blanca con encaje en los puños y en los bajos y sobre ella lleva una dalmática de color rojo con mangas abiertas. Una cenefa dorada recorre los bordes y tiene correspondencia con otra que traza un rectángulo en el interior de la prenda, estando adornado este en su extremo bajo con un bordado floral sobre fondo oscuro. 

El cuello a juego que complementa la dalmática está cerrado con un cordón que sostiene una enorme borla dorada situada justo en el centro de todo el cuadro. En la mano izquierda San Lorenzo sostiene por el asa el instrumento de su martirio: una parrilla de diseño reticular y cuatro soportes virados hacia dentro. En la derecha el símbolo de su glorifi-cación: una larga palma que apoya en el suelo. 

El rostro es, al igual que las delicadas manos, de tono blanquecino, pero resulta bastante augusto por el contraste de los grandes ojos -que miran al espectador-, con la nariz, el fino bigote y la media sonrisa de los labios, que tienden a mostrar una particular idea de seguridad y determinación. Las cejas, levemente fruncidas, y el poblado cabello trigueño y ondulado, rematan una cabeza que resplandece como se cuenta en el martirologio romano ocurrió en los momentos postreros del tormento. 

Por encima de ella sobrevuela una corona de laurel que hace referencia al origen del nombre Laurentius «coronado de laurel», con que fue conocido este joven diácono que auxiliaba al papa San Sixto II en compañía de otros ayudantes como Januarius, Vincentius, Magnus, Stephanus, Felicísimo yAgapito, todos perseguidos y ejecutados por orden del emperador Valeriano en agosto de 258 d. C.


3.- HORNACINA DE LA VIRGEN MILAGROSA.



4.- HORNACINA DE SAN ANTONIO DE PADUA SOSTENIENDO AL NIÑO SOBRE UN LIBRO.



5.- PEANA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.



jueves, 18 de mayo de 2023

La iglesia de San Juan de la Palma (8): la cúpula.

 

La cúpula de San Juan de la Palma está situada sobre el altar de la iglesia cubriendo la totalidad de la superficie del mismo. Es curioso ver como la misma cúpula no se transmite a la vista exterior del templo ya que ésta está cubierta por un tejado a cuatro aguas coronado por un pináculo cerámico.

La cúpula es de medio punto rebajado, no tiene linterna pero sí un pequeño tambor y se asienta sobre cuatro pechinas que se apoyan en las cuatro columnas que hacen de esquinas del presbiterio de la iglesia. 

Pictóricamente la cúpula está dividida en ocho partes, cada una de ellas contiene dos ángeles sosteniendo mediante cuerdas un medallón. Son ocho medallones que se corresponden con los ocho padres de la Iglesia: los cuatro padres griegos (Atanasio de Alejandría, Basilio el grande, Gregorio Nacianceno y Juan Crisóstomo) y los cuatro padres latinos (Ambrosio de Milán, Jerónimo de Estridón, Agustín de Hipona y Gregorio Magno). 

Sobre las pechinas se encuentran las imágenes de los cuatro evangelista. En las del fondo están, a la izquierda San Juan y un águila con el evangelio; a la derecha San Mateo y un niño sosteniendo el evangelio. En las pechinas más alejadas al retablo mayor están, a la izquierda, San Marcos con un león sobre cuya cabeza se apoya el evangelio y, a la derecha, San Lucas y el buey sosteniendo el evangelio. Sobre cada pechina se apoya un arcángel.












miércoles, 17 de mayo de 2023

La iglesia de San Juan de la Palma (7): el presbiterio.

 

Accediendo por la nave central, tras subir tres escalones nos adentramos en el presbiterio de San Juan de la Palma. A Ambos lados nos vamos a encontrar con sendos ángeles lampareros de gran tamaño y bellas facciones. 

En el muro del Evangelio nos encontramos con el cuadro "Los funerales de la Virgen" datado en el siglo XVII y, más arriba, otro cuadro dedicado al Papa Pio XII que contiene el texto siguiente en referencia a la coronación canónica de la Virgen de la Amargura: 

"Pius PP XII qui canonicam coronationem concessit. MCMLIV"


En el muro de la Epístola también nos encontramos con otra obra,  "La Apoteosis de la Inmaculada", obra sevillana del siglo XVIII.


















martes, 16 de mayo de 2023

La iglesia de San Juan de la Palma (6): el rayo que ilumina a la Virgen de la Amargura.

 


La ventana que vemos en estas fotografías resulta ser la protagonista de un hecho astronómico que se produce todos los años en la iglesia de San Juan de la Palma, en concreto dos veces, en el mes de marzo y en el mes de septiembre.

Aunque son dos las ocasiones, como de decíamos arriba, sólo una nos interesa, la que se produce el 19 de septiembre. La diferencia que existe entre ambas fechas es la cercanía de la misma a la Semana Santa y, por tanto, la situación de la Virgen de la Amargura fuera del retablo principal.


Quizá alguno de ustedes ya conozcan de lo que estamos hablando, es un momento astronómico único en el  que un rayo de sol entra por la citada ventana de la portada principal del templo, recorre todo el largo de la nave central y va a descansar sobre la figura de la Virgen de la Amargura en el centro del retablo mayor.

Aunque algunos hablan de milagro, este hecho no tiene más explicación que la inclinación del sol en tal día sobre las siete y media de la tarde aproximadamente. El sol es un astro que se mueve, la tierra es un planeta que se mueve mediante los movimientos de rotación, traslación y en menor mediada de precesión. Este conjunto de movimientos confluyen en esta fecha señalada para que el sol, desde la calle Feria, pueda iluminar la cara de la Virgen de la Amargura.











lunes, 15 de mayo de 2023

La iglesia de San Juan de la Palma (5): el Retablo Mayor.

 

El retablo del altar mayor de la iglesia de San Juan de la Palma no es el original de la misma, sino uno proveniente de la iglesia de San Felipe de Carmona en el año 1959 y se estima que es una obra fechable hacia el último tercio del siglo XVIII, cuando fue tallado por Francisco González Guisado en 1.777, en estilo rococó. 

Para adaptarlo a su nueva ubicación hubo de ser ampliado, restaurado y dorado, labor que corrió a cargo de Francisco Ruiz Rodríguez.


El retablo consta de banco, un solo cuerpo divido en dos por una cornisa y ático. En su camarín central se encuentran las efigies de Nuestra Señora de la Amargura y san Juan Evangelista, obras documentadas de Benito Hita del Castillo de 1.760, excepto el rostro de la Virgen que es obra anónima anterior, de principios del siglo XVIII. 

A los lados del camarín, se encuentran las imágenes de dos Niño Jesús En ellas, hay que fijarse en el movimiento de los ropajes y la peana en forma de nube con querubines. El Niño Jesús de la izquierda llegó a procesionar en el Corpus Christi. En la parte alta del retablo, hay una escultura dieciochesca de Juan el Bautista.



Anteriormente a este retablo actual, había otro retablo llamado "retablo de los Santos Juanes" que actualmente se encuentra en la parroquia de los Sagrados Corazones de San Juan de Aznalfarache. Sin embargo, fue realizado originariamente para la iglesia de la calle Feria. 

La arquitectura del mismo fue encargada a Miguel Cano en 1634; las esculturas a su hijo Alonso Cano, y las pinturas al pintor, Juan del Castillo. Se terminó de hacer en 1638 y, en él, hay cinco grandes pinturas, tres dedicadas a San Juan Bautista: nacimiento, bautismo de Cristo y predicación, y dos a San Juan Evangelista: su visión en Patmos y el martirio en una tina hirviente. 

En el camarín, había una imagen de San Juan Bautista, realizada por Alonso Cano, que ahora está en el Museo Nacional de Escultura. En 1710, fue trasladado este altar a la iglesia del convento de San Juan de la localidad aljarafeña.


En la parte alta del "retablo de los Santos Juanes" hay un Crucificado, que posiblemente formara parte de un Calvario. Es obra de comienzos del siglo XVI, en la que se pueden ver todavía datos de la escultura gótica. 

Encima del camarín central, hay una cabeza del Bautista sostenida en un plato por dos ángeles. Las pinturas de Juan del Castillo tienen mucha fuerza compositiva y un cromatismo original. El artista se formó en la última parte del siglo XVI con tendencias tardías del manierismo, reforzado con el estudio de grabados y estampas. A pesar de ello, a partir de la segunda década del siglo XVII, su arte evolucionó hacia un íntimo naturalismo, con cierto carácter descriptivo y cromatismo más cálido. 

Como hemos podido ver, dos grandes altares mayores forman parte de la historia de la iglesia de San Juan de la Palma: uno de ellos se puede contemplar en la localidad de San Juan de Aznalfarache y, el actual proveniente de Carmona, cobija todo el año a la Virgen de la Amargura.