El motivo central de este recuadro cerámico nacido de la fábrica de Manuel García-Montalván está dedicado a la conquista de Málaga en 1487.
Se conoce como la toma de Málaga al asedio llevado a cabo en 1487 mediante el cual los Reyes Católicos conquistaron la ciudad de Málaga a los musulmanes en el marco de la Guerra de Granada. El asedio fue un largo evento de unos cuatro meses de duración y supuso un episodio sangriento en la guerra final por la conquista del Reino nazarí de Granada.
La plaza de Málaga estaba muy bien defendida. La ciudad estaba rodeada por una muralla defensiva y por arrabales igualemente amurallados y la alcazaba estaba comunicada con el castillo de Gibralfaro mediante una coracha doblemente amurallada. Lo defendían 15.000 gomeres africanos y guerreros malagueños.
El asedio de la ciudad fue uno de los más largos de la Reconquista, duró varios meses y cortó el suministro de alimentos, rindiéndose el 13 de agosto de 1487y entrando los reyes triunfalmente el 18 de agosto.
La población fue castigada a la esclavitud o a pena de muerte, con excepción de veinticinco familias que pudieron permanecer en Málaga, como mudéjares, en el recinto de la morería. La conquista de Málaga supuso un durísimo y definitivo golpe para el reino nazarí de Granada que perdía así su principal puerta marítima.
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