domingo, 24 de marzo de 2013

Domingo de Ramos de ida y vuelta. Hermandad de La Cena.



¡Qué pena! El maná acuático nos vino este Domingo de Ramos en forma de un cielo gris plomizo que descargó sobre las ilusiones de muchos cofrades de túnica y costal y bastantes más fieles apostados en las calles de nuestra ciudad esperando el paso de Jesús y su madre.


¡Cuántas veces se ha hablado del trabajos silencioso que las hermandades sevillanas realizan durante todo el año en favor de los más necesitados! ¡Cuántas asistencias sociales, humanitarias, económicas, hospitalarias o religiosas nacen del silente trabajo de estas personas involucradas en la labor cristiana de las hermandades!
Pero en llegando este momento, acercándose el mediodía del Domingo de Ramos, todos tienen la ilusión del día grande, del día en que sus sagrados titulares salen a la calle a evangelizarnos con sus escenas bíblicas, de transmitirnos la pasión de Jesús con sus imágenes de Cristos alegres, sufrientes, descarnados, moribundos y yacentes y de Dolorosas que apagan su dolor con el amor que el pueblo de Sevilla le regala. Un día en el que cada Hermandad vive su momento principal en el año. Es el día, como decíamos en nuestra juventud, el día de salir de nazareno.


Y ayer no pudo ser. Mucho peor, fue a medias. Excepto la Hermandad de La Estrella, ninguna otra pudo realizar su estación de penitencia.
El Domingo de Ramos fue para algunas hermandades (La Paz, Jesús Despojado, La Cena, La Borriquita, La Hiniesta) un camino de ida y vuelta que nadie quiso. El cielo nos envió un maná de agua que todos agradecemos, pero, desgraciadamente, no acertó con el momento más oportuno. Nadie lo quería, pero ocurrió.
Aquí podéis ver la Hermandad de La Cena en la esquina de Calle Gerona con Alhóndiga. Las fotos están dispuestas tal como se produjeron en el tiempo, al principio, con una tarde radiante de luz y calorcillo primaveral y, al final, con una lluvia persistente y fría.



































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