Siempre ha sido una de las estampas que más me han cautivado de la Catedral en su faceta nocturna.
En esta esquina del templo catedralicio que está junto al Monumento a la Inmaculada Concepción, podemos ver esta hermosa imagen de la redondez de la cúpula con sus contrafuertes, arbotantes, estribos, pináculos y cimborrio.
Todo ello bajo el influjo de la tenue luna y la luz artificial que adornan su líneas desde la techumbre del templo.
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