Cuando las tinieblas se esparcen por el cielo de Sevilla, las campanas de la Iglesia de San Antonio Abad enmudecen su música repiqueteante.
¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola! Nice to catch up on your blog again today! I have a new client, Pilar, who is from Sevilla - she came into my office today!
ResponderEliminarAdios