¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"?
Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Agua dulce.
Fue un domingo en la Plaza de la Alianza. Mucho calor en el ambiente y esta bella estampa del agua brotando de la fuente. Un cuadro perfecto para lanzar un disparo de mi cámara fotográfica.
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