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jueves, 2 de enero de 2014

El Cardenal Spínola tomó el hábito de la Orden Tercera.



De la Capilla de la orden Tercera hemos hablado en este blog en varias ocasiones. En el día de hoy vamos a conocer un azulejo que descansa sobre una de las paredes donde se hace referencia a uno de los personajes religiosos más importantes del siglo XIX: el Cardenal Marcelo Spínola (hoy declarado beato).

El azulejo se colocó el 15 de Agosto de 1968 en recuerdo de la toma del hábito de la Orden Tercera de San Francisco el 8 de Septiembre de 1880 y de la profesión de la misma el 16 de octubre del año siguiente.

Marcelo Spínola nació de noble familia en San Fernando. Pasó la infancia siguiendo los traslados de su padre: Motril, Valencia, Huelva, Sanlúcar de Barrameda y Sevilla. Aquí se doctoró en jurisprudencia en
1856, año en que la familia se trasladó a Huelva.

Aquí el joven abrió su oficina legal haciéndose notar por sus servicios gratuitos en el campo legal a los pobres. Dejada la profesión, entró al seminario de Sevilla y recibió la ordenación sacerdotal en 1864. Como capellán en Sanlúcar de Barrameda y luego como párroco de S. Lorenzo en Sevilla, demostró un gran celo pastoral y dedicó su mejor tiempo sobre todo al ministerio de la reconciliación. Nombrado en 1879 canónigo de la catedral de Sevilla, el 6 de febrero de 1881 fue elegido obispo auxiliar de la misma arquidiócesis. Promovido obispo de Coria-Cáceres en 1884, desarrolló allí un intenso apostolado entre los últimos. Fundó la Congregación de las Esclavas del Divino Corazón.

Trasladado a la diócesis de Málaga en 1886, diez años más tarde pasó a ser Arzobispo de Sevilla.
San Pío X lo hizo cardenal en 1905. Murió en Sevilla el 19 de enero de 1906, a los 71 años de edad.

miércoles, 1 de enero de 2014

La tumba de Don Faustino Clemente Rodríguez Raquejo.



Al igual que ocurre en casi todas las iglesias y conventos de nuestra ciudad, la poco conocida Capilla de la Orden Tercera, sita en la Calle Cervantes, también tiene sus propias tumbar y bóvedas en el interior de la misma.

Ésta que vemos en la imagen, situada a pocos pasos de la entrada a la capilla, es propiedad de Don Faustino Clemente Rodríguez Requejo, a la sazón Mayordomo Diputado del Real Colegio San Telmo, ministro y voto perpetuo de la Orden Tercera. También dispondrá de esta bóveda sus herederos. Fechado en 1751.

Se apostilla en la lápida que también es tumba de su hermano, Don Manuel Clemente Rodriguez Raquejo que perteneció al Consejo de Su Majestad en el Tribunal de la Contaduría Mayor de Cuentas y alcalde de la Santa Hermandad en 1735, 1747 y 1748. Nació el 5 de Diciembre de 1685 en Tomares.

miércoles, 7 de marzo de 2012

El árbol de San Francisco.


La Orden Tercera es una orden seglar que continua con las enseñanzas de San Francisco de Asís, digamos que, conjuntamente con los hermanos franciscanos (religiosos) y las hermanas Clarisas (monjas) forman las tres patas de la mesa que San Francisco de Asís dejó en herencia a la Iglesia Católica.

En este cuadro que os hoy muestro, llamado "El árbol de San Francisco" aparecen los personajes históricos más importantes que forman parte de la familia franciscana, entre ellos Santa Isabel de Hungría, San Luís de Francia (Rey de Francia), el Rey San Fernando tan conocido por todos nosotros, San Roque, Santa Clara de Montefalco o Santa Margarita de Cortona, entre otros.


viernes, 27 de enero de 2012

El Vanitas de la Capilla de la Orden Tercera.




En el altar de la Capilla de la Orden Tercera que, como ya hemos mencionado en otras ocasiones, está en la Calle Cervantes, podemos ver este cuadro barroco de autor incierto que apela a un tema que la religión nos ha recordado desde tiempo inmemorial, el tema de la vanidad humana.

O "vanitas" como los más letrados llaman apelando al latín.

En él podemos ver los cinco elementos propios de este tipo de obras pictóricas.
Primero, la calavera que representa la certeza de todos vamos a morir.
Segundo, la vela representa la fugacidad del tiempo (tempus fugit, carpe diem).
Tercero, el reloj de arena representa la incertidumbre del momento de la muerte.
Cuarto, la pompa de jabón nos habla directamente de la vanidad por su rapidez en desaparecer.
Y quinto, la mariposa, el único símbolo positivo del cuadro, recuerda el espíritu de cada uno que permanece tras la muerte.

jueves, 5 de enero de 2012

La higuera milagrosa.



Hace algunos meses os hice referencia a una pequeña capilla que hay en la Calle Cervantes, la Capilla de la Orden Tercera.

Esta capilla, por sí misma, es una joya barroca que merece la pena visitar, pero en su interior guarda algunas joyas y algunas curiosidades como la de la foto que podemos ver hoy.

Entrando en la capilla, en el muro de la derecha junto a la puerta hay un pequeño cuadro con una hoja de higuera y un papel a modo de certificado en el que se habla de los poderes milagrosos de la higuera de la que procede esta hoja.

Según consta en el documento, la hoja fue traída por Don Isidoro Acemel y Rodríguez y fue entregada como recuerdo al Presbítero Don Francisco de Sales Manzano y Alés, quien era, a su vez visitador de la Orden de San Juan de Alcántara de nuestra ciudad.

La hoja proviene de la "higuera milagrosa de San Pedro de Alcántara" que existe en la ciudad del Pedroso de Cáceres en el convento del Palancar.

Dice la historia que los compañeros de San Pedro de Alcántara le hicieron ver la necesidad de plantar una higuera en el convento y le pidieron permiso para ir a los caminos a por una y traerla.
San Pedro clavó en el suelo su bastón y de él brotó la higuera que se puede ver en el convento. De las propiedades de sus hojas y frutos se hablan milagros. Ya hace quinientos años de este hecho, la hoja de la foto tiene ciento nueve años (1902).

lunes, 24 de octubre de 2011

La Capilla de la Orden Tercera.



En el centro de Sevilla, Calle Cervantes, a mitad de camino entre la Iglesia de San Martín y de San Andrés, hay una joya en forma de Capilla que es muy poco conocida por los sevillanos: la Capilla de la Orden Tercera.

Esta pequeña capilla está cerrada durante toda la semana y únicamente los viernes por la tarde y los sábados abre sus puertas para que cualquiera de nosotros podamos ir a visitarlo.

Actualmente está en restauración algunas de las obras artísticas de la capilla, pero aún así se puede admirar esta pequeña obra del barroco sevillano.

Esta Capilla de la Orden Tercera es de las pocas capillas que hay en Sevilla unida a un templo conventual, el de San Pedro de Alcántara que pertenece a la Comunidad de Esclavas del Sagrado Corazón.


Este antiguo convento franciscano de San Pedro de Alcántara se terminó de construir en 1680. En el reinado de Carlos III a este convento llegaron los frailes del convento de San Diego, que estaba donde ahora está el Teatro Lope de Vega. Como su convento se inundaba los vendieron a un curtidor y se trasladaron a la calle Cervantes. 

Desde 1895 están en este convento las Esclavas del Sagrado Corazón María, que regentan el Colegio Mayor La Luz.

En el retablo mayor está la imagen de la Virgen de la Aurora. A ambos lados tenemos a San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán.

Esta iglesia está recubierta de pinturas al temple alegóricas a la Orden Franciscana. Entre sus cuadros están los de San Francisco, San Andrés y San Agustín de Esteban Márquez (discípulo de Murillo) y otro de Peter Van Lint.