Si paseas por la calle Almansa no puedes perderte el espectáculo visual que es este edificio que se encuentra en la esquina de la calle Galera y está señalado con los números 11 y 13 de Almansa. De estilo regionalista, su diseño nació de las manos del arquitecto Aníbal González y es uno de los mayores exponentes de su catálogo de obras excepcionales.
El proyecto fue presentado el 12 de junio de 1911 y la obra se dio por finalizada cuatro años después el 14 de julio de 1915. El promotor del edificio fue Álvaro Dávila y Agreda, Marqués de Villamarta quien pagó por el edifico la cantidad de 76.100 pesetas. Se trataba de seis viviendas para alquilar, y un garaje y almacén para el propietario que tenía su residencia habitual cerca de esta vivienda.
En el año 1945 el propietario Joaquín Fernández de Córdoba, Marqués de Zugast, pide licencia para demoler el número 13, que correspondía al patio y la torre para realizar una obra de nueva planta destinada a viviendas.
En este edificio se emplea el estilo mudéjar lo que lo relaciona con otros edificios de Aníbal González, como los de la calle Núñez de Balboa o el situado en la calle Martín Villa. Este edificio se puede clasificar dentro de la primera etapa regionalista de Aníbal González (1911-1914) debido al empleo del neomudéjar como "estilo sevillano".
El edificio hace esquina y está acabado en chaflán compuesto por tres alturas. En la planta baja se sitúa la puerta de entrada enmarcada en un alfiz decorado con elementos cerámicos y un arco aparejo gótico polilobulado que corona uno de los vanos, siendo el resto adintelados con recrecidos en ladrillo visto.
En la planta principal existen dos balcones a modo de ajimez, el primero consta de un único parteluz en piedra coronado por un solo arco polilobulado y un pequeño tejaroz y el segundo posee tres arcos de herradura con dos parteluces y un tejaroz más amplio además de una decoración cerámica vidriada más rica. En la segunda planta todos los vanos son adintelados, con escasa decoración salvo rehundidos o enmarques en cerámica, exceptuando un ventanal con parteluces entre pilastras de ladrillo visto.
En el torreón aparece un paño de sebka y las yeserías mudéjares se repiten en distintos puntos de la fachada. También hay que destacar detalles como escudos del marqués de Villamarta o un retablito con una imagen en azulejos.
Tras muchos años de abandono, en enero de 2011 comenzó la reforma integral y consolidación del edificio y tras un año y medio de obra nació lo que a día de hoy se conoce como "Almansa 11 Apartamentos".
Se ha realizado una reforma sencilla pero eficiente que ha convertido a este edificio en un edificio del siglo XXI pero manteniendo la belleza, encanto y atractivo de sus orígenes. Se ha dotado de máxima seguridad y modernas instalaciones de saneamientos, electricidad, climatización y telecomunicaciones.
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