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lunes, 7 de agosto de 2023

El Museo Naval de Sevilla (7): Vistas desde la Torre del Oro.

 

Una de las ventajas que ofrece la Torre del Oro es subir a la azotea para poder disfrutar de unas extraordinarias vistas del río Guadalquivir, de Sevilla y de Triana, distinguiéndosela los monumentos mas representativos de la ciudad. Podemos apreciar desde la figura de Torre Triana o la Torre Pelli, en el norte, que se refleja en las aguas tranquilas del Guadalquivir, a nuestra Catedral y su Giralda al este siendo estos sólo los más destacados de los edificios que destacan en el horizonte.













domingo, 6 de agosto de 2023

El Museo Naval de Sevilla (6): Maquetas y objetos náuticos.

 


Modelo de la nao Santa María (1492). Anónimo, siglo XX. Museo Marítimo de la Torre del Oro (Sevilla)

Durante toda la edad media, coexistieron los buques de propulsión mixta, a vela y a remo, generalmente utilizados para la guerra (de los que los diferentes tipos de galeras fueron los más conocidos) con las "naves mancas" (así Ilamadas por no disponer de remos) aptas tanto para uso militar como comercial.

Naos como la "Santa María", desarrolladas a partir de la coca medieval, tenían e desplazamiento necesario para cruzar el océano con relativa seguridad y un bordo alto que les daba gran capacidad de carga


Modelo de la nao Victoria (1519). Anónimo, siglo XX. Museo Marítimo de la Torre del Oro (Sevilla)

En una nave como esta, el marino español Juan Sebastián de Elcano, con 17 de sus compañeros. completó la vuelta al mundo después de una navegación que duró casi tres años. La hazaña de Elcano, enfrentándose a los elementos, al hambre, al frio y a la enfermedad, por aguas desconocidas y ante la oposición de los buques de la corona de Portugal, no tiene igual en la historia marítima de la humanidad.


Modelo del galeón San Felipe (Finales del siglo XVII). Luis Santos Gómez, siglo XX. Depósito del Museo Naval de San Fernando (Cádiz).

La navegación oceánica, a partir del descubrimiento de América, revolucionó la construcción naval. Las líneas de la nao se afinaron para mejorar la velocidad, y se aumentó el desplazamiento y la altura de bordo para incrementar la capacidad de carga y multiplicar la artillería. Aparece así el galeón, protagonista de la mayoría de las actividades comerciales y militares de los siglos XVI y XVII tanto en el Atlántico, donde constituía el grueso de las Flotas de Indias, como en el Pacífico, donde el llamado Galeón de Manila unió las Filipinas con América durante dos siglos y medio.


Modelo del aviso Giralda (1898-1932). Anónimo, siglo XX. Museo Marítimo de la Torre del Oro (Sevilla)

El final del siglo XIX y el principio del XX fueron testigos de una evolución acelerada de la tecnología que coincidió con la pérdida de los últimos territorios de ultramar. Las dificultades presupuestarias y la pérdida de capacidad de los astilleros nacionales fueron causa de que buques como éste, de características modestas para la época y a menudo construidos en el extranjero, tuvieran que desempeñar un papel en la Armada de comienzos del siglo XX.


Modelo del Vapor de Ruedas Real Fernando (1817). Primer buque correo de éste tipo, construido en España para la "Compañía del Rio Guadalquivir" (Sevilla). La máquina, inventada por M. Watt, es una reproducción exacta de la original.



Mascarón de proa del Yate Giralda. Finales del siglo XIX. Madera policromada, Museo Marítimo de la Torre del Oro.









Cañón naval de bronce fundido de calibre 115 mm, fabricado en Dunkercke (Francia) en 1638 por Lamberto Borgerinck para Don Juan Claros de Guzmán, Marqués de Fuentes Genil, hombre de la cámara de Su Majestad y Capitán General de la Armada de Flandes.

Tres escudos coronan la parte superior de la caña, el del Almirantazgo de Flandes con dos anclas cruzadas, el del marquesado de Fuentes y el de los Habsburgo. Bajo el escudo del marquesado se puede leer: 

"DON IVAN CLAROS DE CUAMAN MARQES DE FUENTES GENTIL HOMBRE DE LA CAMARA DE SU MAGD Y SU CAPPN G DE LA ARMADA DE FLANDES"

sábado, 5 de agosto de 2023

El Museo Naval de Sevilla (5): Mapas y cartas náuticas.



Como no podía ser de otra forma, en un Museo Naval tenía que haber mapas y cartas náuticas que fueron utilizadas por nuestros marinos en los últimos seiscientos años, algunos de ellos del Mar Mediterráneo, pero no menos son los que están relacionados con la costa americana en la época de los descubrimientos.

Carta Universal de Diego Ribero.


Carta esférica de la America Meridional.



Carta universal de Juan de la Cosa. Reproducción del original, fechado en 1500. Museo Naval (Madrid)

Dibujada sobre pergamino en dos pieles unidas, la Carta de Juan de la Cosa es la obra cartográfica más antigua que se conserva en la que aparece el continente americano. Incluye las tierras descubiertas por Colón en sus tres primeros viajes, Alonso de Ojeda, Vicente Yáñez Pinzón y Juan Caboto. Está profusamente decorada con motivos navales, religiosos y míticos.




viernes, 4 de agosto de 2023

El Museo Naval de Sevilla (4): Escenas navales.


En el Museo Naval de la Torre del Oro podemos ver reproducciones de escenas navales relacionadas con nuestra historia marítima. También podemos ver una reproducción de la virgen de la Antigua, también conocida por los náuticos como la virgen del Buen Aire.























jueves, 3 de agosto de 2023

El Museo Naval de Sevilla (3): Personajes históricos.

 En el Museo Naval de Sevilla podemos ver algunos cuadros de personajes españoles históricos que fueron relevantes en las guerras navales que nuestra Armada afrontó en todos los mares del mundo. Todos son copias de lienzos que están depositados en el Museo Naval de Madrid.


Retrato de don Ávaro de Bazán (1526-1588), primer Marqués de Santa Cruz. Reproducción digital del óleo de Rafael Tegeo (1798-1856). Museo Naval (Madrid).

Invicto Capitán General de la Armada de Mar Océana, don Alvaro de Bazán representa mejor que ningún otro el momento histórico en el que la Monarquía Hispánica dominaba en todos los mares. Durante su brillante carrera naval, luchó con éxito contra el corso inglés y francés, mandó la escuadra de reserva de la Santa Liga en Lepanto, que fue decisiva en la victoria naval contra los turcos, y tomó parte en el soco tro a Orán y Malta y en la conquista de Túnez. En la campaña de las Azores, derrotó a la escuadra francesa de Strozzi (1582) y conquistó la Isla Tercera (1583), reintegrando el archipiélago a la Corona, Cervantes en el Quijote, le dio los calificativos de rayo de la guerra" "padre de los soldados y venturoso y jamás vencido capitán".



Retrato de Ramón Bonifaz (Finales siglo XII-1256). Reproducción digital de un óleo anónimo del siglo XIX. Museo Naval (Madrid) 

Bajo el reinado de Fernando IlI el Santo, la Corona de Castilla tuvo que enfrentarse al reto de dominar el Estrecho y el litoral Sur de la península, tarea imprescindible para culminar la reconquista. Después de ocupar Córdoba, el rey puso sitio a Sevilla. 

Como la ciudad recibía refuerzos sin interrupción por el río Guadalquivir, armó una escuadra de naos y galeras, procedentes del Cantábrico en su mayoría, y la puso al mando de quien sería el primer almirante de CastiIla, el burgalés Ramón Bonifaz. Después de derrotar a las galeras de Tánger y Ceuta para abrirse paso por el rio, Bonifaz consiguió, el 3 de mayo de 1248, romper las cadenas que unían Sevilla con Triana, aislando la ciudad y haciendo posible la conquista.


Retrato de Roger de Lauria (c. 1245-1305). Reproducción digital de un óleo anónimo del siglo XIX. Museo Naval (Madrid)

La unión de Aragón y Cataluña hizo de la Corona de Aragón una gran potencia mediterránea, cuyos primeros pasos fueron la conquista de Mallorca en 1229 por Jaime I el Conquistados, seguida en poco tiempo por el resto de las islas Baleares, y la conquista del reino de Valencia en 1238. Al servicio de su sucesor, Pedro III el Grande, el calabrés Roger de Lauria de mostró tanto valor y habilidad en los combates marítimos que fue nombrado almirante en 1282. 

Sus repetidas victorias navales sobre los franceses y sus alia dos en aguas de Malta, Nápoles y Roses dieron pie a la afirmación que se le atribuye: no creo que pez alguno intente alzarse sobre el mar si no lleva escudo con la enseña del rey de Aragón en la cola para mostrar el salvoconducto del rey aragonés.



Retrato de Don Luís de Córdova y Córdova, Capitán General de la Real Armada. Reproducción digital de un óleo anónimo del siglo XVIII del Museo Naval de Madrid.

Nacido en Sevilla Luís de Córdova comenzó su carrera en 1721, en la Real compañía de Guardamarinas fundada en 1717 para dar formación científica, militar y marinera a los oficiales de la Real Armada. En 1747 al mando del navio Amárica capturó al navío argelino Dansik. En 1779, al mando de la escuadra española participó en las operaciones combinadas hispano-francesas que bloquearon el Canal de la Mancha y apresaron al navio inglés Ardent. En 1780, cuando la guerra de la independencia americana estaba en su apogeo Luis de Cóndova apresó en las Azores  un convoy británico de 55 buques. Al año siguiente de vuelta en el Canal de la Mancha apresó a un nuevo convoy de 24 buques que se dirigía a América, Sus acciones, además de las de Bernardo de Gálvez y la escuadra del Marqués del Socorro en la Florida, contribuyeron a la victoria de en su lucha por la independencia.


A la izquierda, el retrato de Cristóbal Colón (c.1451-1506), Almirante y Adelantado Mayor de las Indias. Reproducción digital de un óleo anónimo de media dos del siglo XIX. Museo Naval (Madrid)

Nacido probablemente en Génova, Cristóbal Colón navegó desde muy temprana edad. A la vista de las exploraciones portuguesas alrededor de África en busca de una ruta para alcanzar las islas de las Espe das, y plenamente convencido de la esfericidad de la Tierra, propuso sin éxito a la Corona portuguesa el realizar una expedición para llegar a las Indias navegando hacia el oeste, camino que juzgaba más corto.

Hacia 1485 llegó a Castilla y, tras superar múltiples contratiempos, consiguió el apoyo de los Reyes Católicos, materializado en las capitulaciones de Santa Fe.

La iniciativa de Cristobal Colón, el impulso real y el desarrollo que en la navegación de altura habían alcanzado castellanos y aragoneses hicieron posible la gran aventura del descubrimiento de América.

A la derecha, Retrato de Isabel I (1451-1504), reina de Castilla. Reproducción digital de un óleo anónimo del siglo XVII. Museo Naval (Madrid) 

El matrimonio de los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, facilitó la consumación de la Reconquista y permitió dar los primeros pasos para la transformación de España en un estado moderno. 

Ambos monarcas consideraron la marina como una herramienta imprescindible para el comercio y para impulsar la expansión de la Corona, tanto en el Mediterráneo, escenario tradicional de la corona de Aragón, como en el Atlántico, donde sucesivas expediciones, entre 1478 y 1498. Incorporaron a la Corona las Islas Canarias. A la reina Isabel se le atribute un papel decisivo en el descubrimiento de América.



Retrato de Antonio de Ulloa, Capitán General de la Armada. Reproducción digital del óleo de José Roldán y Martínez (1808-1871). Museo Naval (Madrid) 

Nacido en Sevilla, Ulloa empezó a navegar desde muy joven en la Armada de Galeones del Teniente General López Pintado. Sentó plaza de guardamarina en 1733 y participó en la comisión hispano-francesa encargada de la medición del meridiano. En colaboración con Jorge Juan, escribió la "Relación histórica del viaje hecho de orden de Su Majestad a la América Meridional" y las "Observaciones astronómicas y físicas hechas por orden de Su Majestad en los reinos del Perú". El más conocido de sus logros científicos es el descubrimiento del platino y sus propiedades. fue Académico de Bellas Artes de Madrid correspondiente de las Academias de Ciencias de París, Berlín y Estocolmo, entre otras.


Retrato de Jorge Juan de Santaella, Jefe de Escuadra de la Real Armada.


Cosme Damián Churruca y Elorza, Brigadier de la Real Armada.



Retrato de Alejandro Malaspina y Melilupi, Brigadier de la Real Armada.



Retrato de Fernando Villaamil y Fernández-Cueto. Capitán de Navío.

Murió en la Batalla de Cuba frente a los Estados Unidos.



Retrato de Fermando de Magallanes (c.1480-1521). Reproducción digital de un óleo anónimo pintado en1848. Museo Naval (Madrid).

Nacido en Portugal, Fernando de Magallanes realizó Viajes a la india, Malaca y al Norte de África al servicio de la Corona portuguesa. Descontento con el trato recibido del rey Manuel, ofreció sus servicios al rey Carlos I, a quien consiguió convencer de la posibilidad de encontrar una ruta por el oeste para llegar a las Islas de las Especias. Acordadas las condiciones en las capitulaciones de Valtadolid, salió de Sevilla con cinco naos el 10 de agosto de 1519. Tras superar innumera bies obstáculos, encontró el estrecho que lleva su nombre y cruzó al Océano que llamó Pacífico para llegar a las islas Filipinas, donde encontró la muerte en un enfrentamiento con los indígenas de la isla de Mactán.



Retrato de Juan Sebastián de Elcano (c.1480-1521). Reproducción digital de un óleo anónimo pintado a principios del siglo XIX. Museo Naval (Madrid).

Nacido en Guetaria, un pequeño puerto de pescadores guipuzcoano, Juan Sebastián de Elcano navegó desde su juventud. Fruto de su trabajo, con muchos sacrificios consigulo adquirir una nave de 200 toneles que puso al servicio de diversas campañas militares y que, por los retrasos en el pago por sus servicios, tuvo que vender. Sin medios de fortuna, se embarcó como maestre de la "Concepción", una de las cinco naves de la Armada de la Especiería que, bajo el mando de Ma gallanes, llegó hasta Filipinas, Tras las vicisitudes que siguieron a la la muerte de Magalianes, Elcano tomó el mando de la "Victoria* consiguiendo llegar a las Molucas junto a la "Trinidad". Cumplida la misión, ambos buques se separaron para volver a España, tomando Elcano el camino del oeste, por el cual, tras siete meses de penalidades, fue capaz de arribar a Sevilla el 8 de septiembre de 1522, tres años después de haber zarpado.

miércoles, 2 de agosto de 2023

El Museo Naval de Sevilla (2): Banderas y Vientos.

 


La Torre del Oro es un monumento con forma de dodecágono, es decir, que tiene doce lados y doce ángulos, que se reflejan no sólo al exterior, sino también al interior. Esta forma es aprovechada en la planta alta de la torre por el Museo Naval para situar en cada uno de los lados una bandera y un nombre de viento, el correspondiente a la orientación que tenga cada lado.

Los nombres que podemos ver son: Boreas, Thracias, Etesius, Céfiro, Argestes, Ábrego, Auster, Leucondio, Omitias, Solano, Carbas y Gálico.


Homero ya nombra los cuatro vientos principales.

Bóreas, el viento del norte que traía el frío aire invernal; Noto (Νότος), el viento del sur que traía las tormentas de finales del verano y del otoño; (Ilíada II,145) Céfiro, el viento del oeste que traía las suaves brisas de la primavera y principios del verano; (Ilíada II,147) Euro (Εὖρος), el viento del este, que no estaba asociado con ninguna de las tres estaciones griegas y es el único de estos cuatro que no se menciona en la Teogonía de Hesíodo ni en los himnos órficos. Bóreas y Céfiro suelen ser mencionados juntos en Homero, al igual que Euro y Noto. (Ilíada II,145) 

Posteriormente los escritores, especialmente los filosóficos, se esforzaron en definir los vientos con mayor precisión, según sus lugares en la brújula. 

Así Aristóteles, además de los cuatro vientos principales (Bóreas o Aparctias, Euro, Noto y Céfiro), menciona tres: Meses, Cecias y Apeliote, entre Bóreas y Euro;
sitúa entre Euro y Noto a Fenicias; 
entre Noto y Céfiro sólo incluye a Libis; 
y entre Céfiro y Bóreas sitúa a Argestes (Olimpias o Escirón) y Tracias. 
Según Aristóteles, el Euro no corresponde al este sino al sureste.