Una de las piezas más importantes de nuestro Museo Arqueológico de Sevilla es este busto del Emperador Adriano que fue encontrado en la cercana Itálica.
Se cree que fue realizado entre los años 135 y 140 de nuestra era, en mármol pentélico blanco esculpido y ayudado de la técnica del trepanado.
La escultura representa un busto de varón en traje militar, erigido sobre sobre un podio con ménsula y basa con molduras cóncavas. Mantiene la cabeza escorada hacia la izquierda, con el rostro barbado y el cabello rizado, dispuesto en bandas onduladas, adquiriendo en la zona de la frente un aspecto de aureola.
Ostenta una gorgona de Medusa en el pectoral, así como un adorno militar por debajo del tahalí que le cruza desde el hombro derecho. Sobre el izquierdo lleva echado el manto imperial prendido mediante una gran fíbula circular.
En la antigua Grecia, una gorgona o gorgoneion era un amuleto que producía terror al mostrar la cabeza de Gorgona, la mítica Medusa a la que Teseo cortó la cabeza. Medusa era el monstruo femenino con serpientes en los cabellos que tenía capacidad de convertir en piedra a todos aquellos que se atrevían a mirarla a los ojos. Decapitada por Perseo, el héroe griego usó su cabeza como arma hasta que Atenea la colocó como protección de su escudo. Así se transmitió por las corazas del Imperio Romano y, por supuesto, de algunos emperadores.
En la antigua Grecia, una gorgona o gorgoneion era un amuleto que producía terror al mostrar la cabeza de Gorgona, la mítica Medusa a la que Teseo cortó la cabeza. Medusa era el monstruo femenino con serpientes en los cabellos que tenía capacidad de convertir en piedra a todos aquellos que se atrevían a mirarla a los ojos. Decapitada por Perseo, el héroe griego usó su cabeza como arma hasta que Atenea la colocó como protección de su escudo. Así se transmitió por las corazas del Imperio Romano y, por supuesto, de algunos emperadores.