¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
martes, 8 de noviembre de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Yo lo he vivido en la distancia ,pero ha sido muy hermoso...sin duda unos días inolvidables en Sevilla
ResponderEliminar