¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
jueves, 1 de marzo de 2018
El cirineo de San Roque en la calle Imperial.
En junio de 2010, la tertulia cofrade "Cirineos de San Roque" tuvo a bien colocar en la estrecha calle Imperial un azulejo en homenaje a una de las figuras secundarias de la Semana Santa sevillana, el cirineo que acompaña en su paso al Señor de las Penas de San Roque y que representa a todos aquellos que soportan el peso de la cruz (alegóricamente también el peso del paso) en su hermandad.
El azulejo, de pequeña dimensiones, está situado en la parte de la calle más cercana a la esquina con la iglesia de San Esteban y contiene la figura del citado cirineo acompañado, de espaldas, por un costalero de la hermandad. En él se puede leer el texto "Bájate aquí miarma. Cirineos de San Roque. MMX".
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