La restauración del edificio de la iglesia de San Roque donde tiene su sede esta hermandad nos ha permitido este año una nueva estampa, ver a Nuestro Padre Jesús de las penas y a Simón de Cirene atravesando la Plaza de San Leandro camino de la Carrera Oficial.
¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
domingo, 13 de abril de 2014
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