¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
miércoles, 19 de septiembre de 2018
La Virgen del Perpetuo Socorro de la Plaza de los Refinadores.
La Plaza de Los Refinadores sevillana es uno de los rincones más reconocibles de nuestra ciudad, principalmente por la estatua que el municipio, a través de Arteconsa dedicó a Don Juan Tenorio en 1974, el célebre personaje de José Zorrilla. La plaza es de traza rectangular y está abierta por una esquina al Paseo Catalina de Ribera.
Sobre la fachada del número 12, casa conocida como la de Don Luís Prieto, casa que se construye entre los años 1915 y 1919 de la mano del arquitecto sevillano Aníbal González, situamos un retablo cerámico con marco y tejaroz de ladrillo. La imagen, pequeña, que se representa en dicho retablo es la de la Virgen del Perpetuo Socorro exactamente igual a otra que existe en la calle Mateos Gago. Si quieren conocer algo más sobre su iconografía, en este enlace que ya publicamos lo pueden hacer.
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