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sábado, 3 de mayo de 2025

Lápidas de mármol a los pies de la Giralda (3): "A Marco Julio Hermesiano..."

 

De las dos lápidas anteriores (Lucio Castricio y Sexto Julio Possessor) tenemos una amplia información e incluso podríamos disponer del texto exacto de la placa marmórea, sin embargo de ésta que vamos a ver en el día de hoy, aunque tenemos el texto aproximado, nos faltan algunas palabras o letras, por lo que debemos confiar en la interpretación de los expertos que han estudiado la pieza para completar el mensaje escrito. 

A diferencia de las dos placas estudiadas anteriormente, ésta se encuentra situada en la cara sur de la Giralda, se puede visitar desde el patio que precede a la Puerta de Palos del templo catedralicio y está situada bajo la cota del suelo, aunque es visible en su integridad.

Este epígrafe, que resulta legible en una gran parte, y fue realizado en piedra caliza o mármol, posiblemente de Almadén, aunque se ve dañado en su zona central, nos da noticias de un personaje del que ya existía constancia documental a partir de otro texto encontrado en la ciudad de Écija (la Astigi romana) a mediados del siglo XIX y que esta exhibido actualmente en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid. 

El epígrafe de nuestra placa dice lo siguiente: 

M. IVL. H[EIRMESIAN[O] 
DIFFVSORI OLEI AD ANNON[AM) 
VRBIS CIVRATORJI CORPO(RIS] 
OLEARIORVM] [STJATIONI[S?] 
ROMVL[AE] [--][--ITE---?] 
HVIC CORPVS [OLEJARI[ORVM] 
SPLEND(IDISSIIMVM 
MERIENTISIMO SITATVIAM] 
PONIENDAIM [IVJSSIT 
M. IVLIVS HERMES FROINTIINIANVS 
FILINS HONORE ACCEPTO 
IMPENSAM REMISIT

La primera línea no ofrece ningún problema. La inscripción de Astigi conservada en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid nos muestra que M. lulius Hermesianus, diffussor olearius, residente en la ciudad, era padre de M. Iulius Hermes Frontinianus, tal como volvemos a ver en este nuevo epígrafe de Sevilla. 

Tanto en aquella inscripción como en la que ahora presentamos nuestro Hermesianus aparece como objeto de homenaje con la erección de una estatua que fue costeada por su hijo, M. lulius Hermes Frontinianus, al que se añade en el caso ecijano el nombre de su nieto, llamado como él M. lulius Hermesianus.

En ambos casos M. Julio Hermesiano se define como diffusor olearius, o sea envasador de aceite, especificando, en el epígrafe de la Giralda, que tal misión la realizaba ad annonam Urbis, o sea, para el ya citado Servicio de Abastecimientos y Transportes de Roma, ciudad ésta en la que se ha identificado un personaje del mismo nombre que construye una sepultura para una liberta suya. 

Se trataría pues de una familia con intereses y presencia tanto en Astigi e Hispalis como en la capital del Imperio, lo que como veremos no debe extrañarnos en un comerciante de alto nivel.


Porque, además de los epígrafes astigitano e hispalense, referidos al comercio del aceite, existen datos suplementarios que nos dicen además que esta tierra de la Bética romana jugó un papel muy importante en esa política imperial de abastecimientos. 

Nos referimos a los que nos suministra el monte Testaccio de Roma, constituido por los restos aplastados de unas decenas de millones de ánforas de aceite que han conservado minuciosas anotaciones fiscales acerca de los productores, realizadas en las oficinas de control de Castulo (Cazorla (Jaén)), Corduba (Córdoba), Astigi (Écija), Hispalis (Sevilla), Ad Portum (¿El Puerto de Santa María?), Lacca (cerca de Arcos de la Frontera, sobre el Guadalete) y Malaca (Málaga); datos que poco a poco van siendo puestos a la luz por un equipo de arqueólogos. 


La información proporcionada por los rótulos escritos con tinta sobre las paredes de las pesadas ánforas olearias béticas, de los que se han rescatado varios millares, es valiosísima. Sobre el barro cocido, previa preparación de la superficie mediante la aplicación de una goma para evitar la acción del aceite, se registraba el peso del ánfora, el de su contenido en libras de aceite y el nombre del comerciante-envasador que procedía a su distribución. Si esto se hacía en la parte más visible del ánfora, la que estaba bajo el cuello y sobre los hombros de la misma, luego se procedía a dejar constancia de un registro fiscal que se va haciendo más complejo conforme avanzamos hacia el siglo II (las anotaciones duran hasta mediados del III). 

Gracias a dicho registro, situado junto a un asa que a menudo lleva el sello del alfarero que permite identificar su origen exacto a orillas de una via navegable (especialmente el Guadalquivir hasta Córdoba y el Genil hasta Écija) nos enteramos del nombre del aceite envasado, de su productor, del año de control, de los personajes de la administración que realizan la verificación de los datos relativos al peso y la partida del aceite, así como de la zona de registro. La combinación de todos estos datos nos permite acercarnos al tema del aceite de la Bética como no podemos hacerlo para ningún otro producto de nuestra Antiguedad romana.

Pues bien, tanto el nombre de Marco Julio Hermesiano como el de su hijo, M. Julio Hermes Frontiniano figuran en algunos de los rótulos pintados en la zona correspondiente al diffusor olearius, entre las cifras de peso del ánfora misma, que viene a rondar los treinta kilos, y la del aceite envasado, que gira en torno a los setenta. Y los datos del monte Testaccio, donde se han encontrado. permiten una datación para el padre hacia mediados del siglo II, y para el hijo ya hacia el final, en tanto que el nieto, también atestiguado, se situaría en una cronología de finales del primer cuarto del siglo III.

Así pues, la inscripción de Hermesiano que nos muestra la Giralda es una pieza de un contenido informativo realmente singular. Su presencia a los pies de la torre sevillana la pone a la vista de quien se acerque por allí con curiosidad, y no hay duda de que el prestigio de que tradicionalmente ha gozado la escritura le ha dado cierto empaque a su ubicación. 


Esta placa, memoria de los antepasados de los habitantes de la ciudad, tiene un carácter simbólico evidente que cumple con su simple presencia. Pero el monumento arqueológico tiene otra función que cubrir, que es la de sacarnos de nuestro mundo y obligarnos a realizar un esfuerzo imaginativo que nos lleve a la concepción de los cambios que se han ido produciendo a partir de sociedades que eran bastante diferentes de las actuales, de las que sin embargo son el cimiento. 

La Historia no es sólo la contemplación del pasado, por lo que esperamos que piezas tan singulares como las que ofrece el conjunto de epígrafes de la Giralda (tanto los conocidos como los presuntos) encuentren algún día mejor marco de exposición que el que presentan hoy, en malas condiciones de conservación, a ras del suelo y en posiciones que facilitan poco la lectura. Y que esto suceda tanto con el epígrafe de Hermesiano como con los demás de los que hemos dado cuenta en los post anteriores.

viernes, 2 de mayo de 2025

Lápidas de mármol a los pies de la Giralda (2): "A Sexto Julio Possessor..."




Al igual que ayer, hoy vamos referirnos a otra de las cartelas marmóreas que se encuentran en la base de la Giralda,  y que está situada en la cara norte de la torre musulmana, la que mira hacia la Plaza de los Reyes.

Estas placas seguramente proceden de edificios romanos de la antigua Hispalis romana como pudieron ser el foro o el teatro que fueron abandonados o quedaron en desuso tras la conquista musulmana.

Ésta era la forma de honrar la vida e historia de un soldado romano de intendencia militar que movía bastante mercancía y dinero.


La inscripción corresponde a un pedestal de mármol blanco, enmarcado por listel y gola, pero del que solo es visible su cartela, pues como vemos se encuentra reutilizado en los cimientos de la Giralda, donde se conserva in situ. 

Se data durante el reinado conjunto de Marco Aurelio y Lucio Vero, entre los años 161 y 169 d. C., y las medidas del pedestal son 65x54,5 centímetros. El texto se encuentra justificado por la izquierda, dispuesto en 16 líneas, cubriendo casi por completo la cartela del pedestal. En lo que respecta a las letras, son capitales actuarias y son de pequeño tamaño,

La transcripción el texto puede ser la siguiente:

Sex(to) · Iulio · Sex(ti) · f(ilio) ·
· Quir(ina) · Possessori / praef(ecto) ·
 ·coh(ortis) · III · Gallor(um) · praeposito · nume/ri ·
· Syror(um) sagittarior(um) · item · alae · primae ·
· Hispa/norum · curatori · civitatis
· Romulensium · Mal/vensium · tribuno · mi[l(itum) · 
· leg(ionis)] · XII · Fulminat[ae] · / curatori ·
· coloniae · Arcensium · adlecto / in decurias ·
· ab · Optimis · Maximisque · / Imp(eratoribus) · Antonino
et · Vero · Augg(ustis) · adiu/tori · Ulpii · Saturnini ·
· praef(ecti) · Annon(ae) / ad · oleum · Afrum ·
et · Hispanum · recen/sendum · item · solamina ·
· transfe/renda · item · vecturas navicula/riis ·
exsolvendas · proc(uratori) · Augg(ustorum) ·
· ad / ripam · Baetis · scapharii · Hispalen/ses ·
· ob · innocentiam · iustitiam/que · eius · singularem.

A Sextus Iulius Possessor, hijo de Sextus, de la tribu Quirina, prefecto de la cohorte III de galos, comandante de destacamento de arqueros sirios, también del ala primera de hispanos, intendente de la ciudad de Rómula de los Malvenses, tribuno militar de la legión XII fulminata, intendente de la colonia Arca Caesarea, admitido en las decurias por los mejores y más grandes emperadores, Antonino y Vero Augustos, delegado de Ulpius Saturninus, prefecto de la annona para controlar el aceite africano e hispano, dirigir el transporte de trigo, abonar asimismo sus servicios a los transportistas, procurador de los augustos en la orilla del Baetis, los barqueros hispalenses por su integridad y su sentido único de la justicia.


Además de los diversos cargos militares ya mencionados, que estarían conectados a las curatelas de distintas ciudades, Sextus Iulius Possessor desempeñó, con relación a la annona, el cargo de adiutor Ulpii Saturnini praef(ecti) Annon(ae) ad oleum Afrum et Hispanum recensendum item solamina transferenda item vecturas naviculariis exsolvendas. Sirvió, por tanto, como una especie de delegado o ayudante de Ulpius Saturninus, praefectus Annonae, oficial de rango ecuestre encargado de la supervisión de toda la infraestructura y recursos necesarios para llevar el grano a Italia. 

Se enmarca en el variado número de procuratelas y otros cargos que desde el periodo imperial empezaron a ocupar los equites, reflejo de la creciente complejidad de la administración del Imperio. Gestionaban el patrimonio del emperador en las provincias, la recolección de impuestos, entre otros intereses financieros, o la supervisión de ciudades o zonas concretas. Cabe señalar que, según la jurisdicción, no eran magistrados, sino representantes del emperador que respondían ante él.

Este es el caso de Sex. Iulius Possessor, quien realizaba una labor que en última instancia respondía ante el emperador y que era de crucial importancia para él. Por tanto, debía de ser una persona bastante cualificada y de una enorme confianza del prefecto de la annona, encargándose él en concreto del control de la llegada del aceite de las provincias, su transporte y el pago a los transportistas.


Con relación a esta cuestión, hay que aludir al descubrimiento de otra inscripción dedicada a este personaje en Mactaris (Africa Proconsularis, hoy Maktar, Túnez), de donde sería originario, en que se desarrolla su cursus honorum completo: 

Apollini Patrio Aug(usto) / 
Sex(tus) Iulius Possessor praef(ectus) coh(ortis) Gall(orum) cura /
tor numeri Syrorum sagittariorum item /
alae primae Hispanorum trib(unus) mil(itum) leg(ionis) XII F(ulminatae) /
adlectus in decurias ab Optimis Maximisq(ue) /
Impp(eratoribus) Antonino et Vero Augg(ustis) adiutor /
praefecti annonae ad horrea Ostiensia et /
Portuensia proc(urator) Aug(usti) ad ripam Baetis /
proc(urator) Aug(usti) Ostis ad annonam proc(urator) Aug(usti) /
Alexandriae ad Mercurium /
statuam a{h}eneam transmare advectam d(onum) d(edit). 

Hallada en el períbolo del templo de Apolo en Maktar, se trata de una dedicación a Apollus Patrius de una estatua por parte de Sex. Iulius Possessor en la que se indican los cargos que ocupó este personaje, aunque con algunos cambios con respecto al epígrafe de Sevilla. No se señalan las curatelas de Civitas Romulensium Malvensium y de la Colonia Arcensium ni las funciones concretas que ejerció como delegado del prefecto de la anona, ad oleum Afrum et Hispanum recensendum item solamina transferenda item vecturas naviculariis exsolvendas.

Por otro lado, se añade el ámbito donde ejerció como adiutor, ad horrea Ostiensia et Portuensia, junto con otros cargos que desempeñó después de su curatela en la ribera del Baetis, procurator Augusti Ostis ad annonam procurator Augusti Alexandriae ad Mercurium. En efecto, siguió vinculado a la annona sirviendo como procurador en Ostia y, después, como gestor de la administración de los graneros en Alejandría.


La secuencia ad horrea Ostiensia et Portuensia de la anterior inscripción complementa con las funciones específicas del epígrafe de Sevilla, explica que Sex. Iulius Possessor actuaba en Ostia, donde se encargaba de controlar la llegada del aceite hispano y africano y de pagar a los navicularii, quienes se encargaban del transporte desde los lugares de producción hasta Italia. Se cree que Sex. Iulius Possessor solo iría a la Bética en una ocasión para agilizar el proceso y dirimir otras cuestiones, circunstancia en la que recibió la dedicación por parte de los scapharii.

Como ven nuestro protagonista de la placa de mármol a los pies de la Giralda tuvo una vida muy interesante, aunque poco podría prever que fuera en este lugar donde su nombre y su historia quedara grabada para la eternidad para gozo de los visitantes de nuestra ciudad y de los propios sevillanos. 

jueves, 1 de mayo de 2025

Lápidas de mármol a los pies de la Giralda (1): " A Lucio Castricio ..."

 


Aquel que se acerque por primera vez a la Giralda y se fije en su base, justo en la esquina que da a la Plaza Virgen de los Reyes y converge con la calle Cardenal Carlos Amigo Vallejo, se daría cuenta de hay allí colocadas dos lápidas de mármol que poco o nada tienen que ver con el resto de la construcción almohade.

Se trata de dos placas de mármol con inscripciones latinas pertenecientes a sendos ciudadanos de la Bética, que pasaron por nuestra Hispalis en el siglo II d.C., ciudad conocidamente todo el mundo romano entonces como la Colonia Julia Romula Hispalis, denominación que se atribuye a Julio César, que fue “el instaurador de Hispalis, a la cual dio el nombre de Julia Rómula haciéndolo derivar del suyo y del de Roma".


Estas placas fueron registradas por primera vez por Ambrosio de Morales a mediados del siglo XVI quien relataba que, durante la remodelación de la Iglesia Mayor de Sevilla, se dejaron al descubierto los cimientos de la Giralda que los musulmanes habían construido reutilizando otros pedestales como este. 


Con posterioridad, la inscripción volvió a quedar semisepultada y en esta situación se encontraba hasta hace unas décadas, cuando se realizaron obras en la calzada, las placas quedaron de tal manera que el epígrafe puede ser leído en su totalidad.

Entre 1996 y 1998 fueron realizadas unas excavaciones de urgencia con catas a los pies de la torre campanario de la Catedral Metropolitana de Sevilla. Se comprobó entonces que el primer proyecto de construcción del minarete de la mezquita, obra del arquitecto Ibn Basso en 1184, se había emprendido abriendo una zanja de cimentación en forma de V hasta la cota de 3,5 m bajo el suelo actual. Ésta se había rellenado con una capa de argamasa de aproximadamente un metro de espesor y sobre ella, una vez nivelada, se había dispuesto una primera hilada de sillares a tizón, con las esquinas reforzadas a soga en las cuatro hileras de piedras que hoy podemos contemplar antes de que la torre se elevase con construcción de ladrillos, siguiendo el segundo de los proyectos arquitectónicos aplicados, el de Alí al Gomarí en 1198. 

Los constructores utilizaron en la primera hilada construida en superficie, para reforzar las esquinas, una serie de pedestales romanos que procedían presumiblemente del antiguo foro comercial (actual zona de los Alcázares) de la romana Hispalis. 

Las excavaciones permitieron comprobar que éstos no eran los únicos pedestales que se reutilizaron en la construcción del alminar. Embutidos en el aparejo a la misma cota que los conocidos se hallaban otros cinco: dos haciendo la esquina NO y otros dos en el ángulo SE. En la cara sur de la torre se documentó además un séptimo pedestal contiguo al de la esquina SE, y por tanto de anómala ubicación, cuyo epígrafe resulta ilegible. De hecho todos los pedestales descubiertos ahora, excepto dos de ellos, tenían en común la particularidad de que por su posición lateral era imposible acceder al texto epigráfico que presuntamente contenían. 

Son, pues, siete los pedestales que hoy se pueden ver embutidos en la fábrica de la Giralda; todos, excepto uno, en los ángulos de la misma. A estas basas de estatua que se pueden contemplar en el cuerpo de la torre habría que sumar los dos que presumiblemente existen en el ángulo SO y que no son visibles, pues se hallan en el encuentro entre la cara oeste de la Giralda y la catedral gótica, aunque es posible sacarlos a la luz, sin gran dificultad técnica, con sólo excavar dentro de la catedral, en la zona que hoy sirve de acceso de los turistas a la afamada torre. Con ellos, el número total de piezas romanas ascendería al menos a nueve.


Antes de la excavación se conocían ya en la base de la torre dos de estos pedestales romanos, que estaban dispuestos haciendo esquina en el ángulo NE de la Giralda. Ambos contenían inscripciones que nos hablan de que los scapharii hispalenses o Romulae consistentes, o sea los propietarios de esquifes con sede en esta ciudad, quienes honraron a dos agentes de la administración. Nosotros en estos artículos vamos a hablarles de tres de ellos, que son de los que tenemos más información. 

Hoy vamos a presentar a la primera de ellas, la de la cara norte, y cuyo texto dice los siguiente:

L. CASTRICIO Q. F. 
HONORATO P. P. 
HOMINI BONO
SCAPHARI
ROMUL. CONSISTOR;
INNOCENTIAM
ET SINGULAREM 
JUSTITIAM EIUS
D. S. P. P. 

A Lucio Castricio hijo de Quinto
Honorato, primipilo
y hombre bueno,
los navegantes
del municipio de Rómula
por su probidad
y singular justicia
dedicaron a su costa este recuerdo. 
(Siglo II d.C.)

El primipilo era el centurión que comandaba la primera centuria de la primera cohorte de una legión romana. Era el rango más alto que podía alcanzar un soldado raso en el ejército romano. En este caso Lucio Castricio tuvo que ser un personaje relevante en nuestra ciudad par recibir tal honor de sus soldados de navíos.

viernes, 8 de septiembre de 2023

La Plaza de la Alianza (8): vistas de la Giralda.

 

Por encima del lienzo de muro en el que se encuentra el retablo cerámico del Cristo de las Misericordias se puede vislumbrar el último tercio de la torre de la Giralda.

Dependiendo de lugar de la plaza en el que te sitúes puedes tener una perspectiva u otra, siendo cualquiera de ellas los suficientemente hermosa como para tomar na instantánea de la Turris fortissima.

Foto tomada de El Viajero de El País.

miércoles, 17 de febrero de 2016

El interior de la Giralda (8): la Sala de las campanas.




En la SALA DE LAS CAMPANA hay una inscripción sobre mármol blanco, de difícil lectura por la ausencia de color del texto, que dice en latín:

CAROLVS. ET ALYSIA. HISPN. REGES
FERDINANDVS. AMALIA. ALOYSIA. FILII
ANTONIVS. ET LVDOVICVS. GENERI
HANC. TVRREM. VBIQVE. GENTIVM. NOBILEM.
VI. CAL. MART. AN. MDCCXCVI
CONSCENDENTES
NOBILIOREM. REDDIDERVNT.

que se puede traducir como 

SIENDO CARLOS Y LUISA REYES DE ESPAÑA, 
FERNANDO, AMALIA Y LUISA SUS HIJOS, 
ANTONIO Y LUIS SUS YERNOS, SE RESTAURÓ 
ESTA TORRE, FAMOSA 
EN TODO EL MUNDO, EL 6 DE MARZO DE 1796.


En la habitación del antiguo reloj, ubicada encima de las campanas, y donde se encuentra ahora el cuadro de control de los mecanismos dice:

AL EFECTUAR LA RESTAURACION DE LA GIRALDA, 
EN 1887, SE HA CONSTRUIDO ESTA PUERTA UTILIZANDO
UNA VIGA DEL SIGLO XVI, QUE FORMABA EL PESCANTE 
DE LA CAMPANA DE S. CATALINA".


En la Sala de las campanas, además de disfrutar de unas inmejorable vistas de Sevilla, podemos ver cada una de las 24 campanas que coronan la torre. Cada una de ellas tiene un nombre. En el plano anterior podemos localizar la situación de cada una de ellas. Ahora vamos a exponer la lista completa de ellas con sus características y fundidor.

(1) San Juan Bautista, de volteo. Fundido por Alfredo Villanueva Linares (Villanueva de la Serena) en 1908. Tiene un diámetro de 122 cm y pesa 1051 kg.

(2) Santa Lucía, de volteo. Fundida por Eijsbouts (Asten) en 1998. Tiene un diámetro de 78 cm y pesa 298 kg.

(3) Santa Catalina, de golpe. Fundida en 1599. Tiene un diámetro de 133 cm y pesa 1362 kg.

(4) San José, de volteo. Fundida por Eijsbouts (Asten) en 1998. Tiene un diámetro de 83 cm y pesa 319 kg.

(5) San Laureano, de volteo. Fundida por Murua (Vitoria) en 1962. Tiene un diámetro de 94 cm y pesa 481 kg.

(6) San Pedro, de volteo. Fundida por Miguel Guerrero en 1773. Tiene un diámetro de 115 cm y pesa 881 kg.



(7) San Juan Evangelista, de volteo. Fundida por Zacarias Ditrich (Sevilla) en 1793. Tiene un diámetro de 110 cm y pesa 771 kg.

(8) Santa Inés, de volteo. Fundida por Eijsbouts (Asten) en 1998. Tiene un diámetro de 89 cm y pesa 320 kg.

(9) Omnium Sanctorum, de golpe. fundida por José de la Riva en 1764. Tiene un diámetro de 142 cm y pesa 1658 kg.

(10) Santa Bárbara, de volteo. Fundida por Eijsbouts (Asten) en 1998. Tiene un diámetro de 88 cm y pesa 340 kg.

(11) San Isidoro, de volteo. Fundida por Zacarias Ditrich (Sevilla) en 1788. Tiene un diámetro de 107 cm y pesa 709 kg.

(12) San Miguel, de golpe. Fundida por Manuel Luís Rodríguez en 1792. Tiene un diámetro de 183 cm y pesa 3548 kg.



(13) San Pablo, de volteo. Fundida por Eijsbouts (Asten) en 1998. Tiene un diámetro de 111 cm y pesa 753 kg.

(14) Santa Cecilia, de volteo. Fundida en 1992 por Hijo de Manuel Rosas (Torredonjimeno). Tiene un diámetro de 62 cm y pesa 138 kg.

(15) Santa Cruz, llamada "de los cuartos", de golpe. Fundida por Francisco Fernández. Tiene un diámetro de 118 cm y pesa 951 kg.

(16) Santa Florentina, de volteo. Fundida por José de la Riva en 1763. Tiene un diámetro de 88 cm y pesa 395 kg.

(17) San Sebastián, de volteo. Fundida Francisco Japón en 1851. Tiene un diámetro de 87 cm y pesa 381 kg.

(18) San Cristóbal, de volteo. Fundida por Eijsbouts (Asten) en 1998. Tiene un diámetro de139 cm y pesa 1600 kg.



(19) San Fernando, de volteo. Fundida por José de la Riva en 1763. Tiene un diámetro de 118 cm y pesa 951 kg.

(20) Santa Justa, de volteo. Fundida Francisco Japón en 1851. Tiene un diámetro de 63 cm y pesa 145 kg.

(21) Santiago, de golpe. Fundido por Juan Aubri en 1438. Tiene un diámetro de 132 cm y pesa 1332 kg.

(22) Santa Rufina, de volteo. Fundida en 1714 por Matías Solano. Tiene un diámetro de 74 cm y pesa 235 kg.

(23) San Hermenegildo, de volteo. Fundida por Francisco Fernández en 1814. Tiene un diámetro de 108 cm y pesa 729 kg.

(24) Santa María, la Mayor, llamada “la Gorda”, de golpe. Fundida por Juan de Balabarca (Valdecilla) en 1588. Tiene un diámetro de 210 cms y pesa 5.362 kg.


martes, 16 de febrero de 2016

El interior de la Giralda (7): la Cámara de las campanas.


En la rampa 30 se encuentra la SÉPTIMA CÁMARA, antigua residencia de los campaneros. Encima de la puerta hay la siguiente inscripción, sobre placa metálica:

LA SIERVA DE DIOS
SOR BÁRBARA de Sto DOMINGO JURADO y ANTÚNEZ
cuyo expediente de beatificación está ya incoado,
nació en esta habitación el dia 7 de febrero de 1.842
siendo su padre el campanero segundo de esta torre
casimiro, y su madre Maria Josefa
fué su director espiritual
EL SIERVO DE DIOS M. Itre
Sr. Dr. D. JOSÉ TORRES PADILLA, CANÓNIGO de ESTA S. I. M
fundador del benemérito instituto
de hermanitas de la cruz


En esta séptima y última cámara visitable mostramos algunos elementos relacionados con la función primordial de la Giralda, que es la de campanario, para lo que dispone de cuatro "coros" de campanas de martillo y volteo.

Al fondo se muestra el yugo metálico construido en los años sesenta y que ha sido sustituido recientemente por uno de madera, a la antigua usanza; de él cuelga un perfil de campana y un badajo antiguo; otros aparecen apoyados en los laterales.

En el centro, sobre un pedestal, está colocada una campana que no pertenece a la Giralda, sino a la cubierta del Altar Mayor; es gótica, y está fechada en el año 1509, constando su autor, Cristóbal Cabrera.

En primer término aparecen los restos de la campana de San Cristóbal, que se rompió el 14 de febrero de 1981. En estos cuatro fragmentos constan tanto la fecha de su fundición, el año 1663, la imagen de su advocación, y su autor, Juan Gerardo, que la hizo en Sevilla, con un peso de 19 quintales y 55 libras.



Finalmente, ya al final de las cuestas o rampas, justo donde empieza el pequeño tramo de escaleras para llegar a la sala de campanas, nos encontramos con la OCTAVA CÁMARA donde se guardan diversos elementos accesorios para el mantenimiento, como andamios y escaleras.

También hay una peculiar placa de mármol, procedente de cementerio y escrita por ambas caras, de gran interés, ya que certifica la fecha de defunción del Campanero Mayor, soltero y de su madre. Quizás su padre, señalado en la placa de la viuda, fuese también campanero, cosa que no sabemos. Dice en una cara 
R. I. P. A.
D.a DOLORES CANSINO CARRILLO,
viuda que fue de
D. ANTONIO ALVAREZ MELLADO,
falleció el 12 de julio de 1930
a la edad de 69 años
recuerdo de sus desconsolados
hijos y nietos.

Por la otra cara dice 
R. ✚ I. P. A.
d. antonio alvarez cansino,
campanero mayor de la
s. i. c.
✚ . 2-agosto-1942
a los 52 años de edad.
sus hermanos hermana
polÍtica y sobrinos
no lo olvidan. 

lunes, 15 de febrero de 2016

El interior de la Giralda (6): la Cámara del reloj.




Más arriba, en la rampa número 25 nos encontramos con la CÁMARA DEL RELOJ. El primer reloj de la Giralda se inauguró, en medio de una gran tormenta y con la asistencia del rey, el 20 de junio del año 1400, y de él sólo se conserva la campana, que hizo Alonso Domínguez y que está colocada en el llamado "Cuerpo del Reloj".

En la esfera fray José Cordero, el autor, declara orgulloso su carácter de español y la fecha de conclusión. La máquina ha funcionado hasta los años sesenta del siglo pasado.


El reloj que se ve en esta sexta cámara cuenta en una inscripción su propia historia, que dice así:

"ESTE RELOX SE PRINCIPIO A FABRICAR DENTRO DEL MURO DE ESTA SANCTA PATRIARCAL YGLESIA DE SEVILLA POR EL MES DE ENERO DE 1757 Y SE FINALIZO EN EL MES DE DICIEMBRE DE 1764 (...) 
COMENZO Y ACABO ESTA OBRA EL HERMANO FRAY JOSEPH CORDERO RELIGIOSO LEGO DE LA REGULAR OBSERVANCIA DE NUESTRO PADRE SAN FRANCISCO, HIJO DE LA PROVINCIA DE ANDALUCÍA Y MORADOR DE LA CASA GRANDE DE ESTA CIUDAD DE SEVILLA, VIADO CON EL AUXILIO DE ESTA PURISIMA SEÑORA".

viernes, 12 de febrero de 2016

El interior de la Giralda (5): la Cámara de los oficios.





Continuamos subiendo otras cinco rampas más. Nos encontramos en la 20 y allí podemos ver la CÁMARA DE LOS OFICIOS.

El edificio de la Catedral, la mas extensa de las del gótico europeo, ocupó a muchos canteros foráneos a lo largo de setenta años, que, además de sillares, produjeron gárgolas como la que se ve en la izquierda, "crochets" como el del centro, y pináculos, algunos de cuyos ejemplares mas pequeños aparecen a la derecha.


Emplearon instrumentos parecidos a los que ocupan el escalón más alto y se sirvieron de plantillas como la que está sobre un "crochet" del escalón inferior, en el que aún se ve las líneas de su diseño.

Colaboraron carpinteros que dejaron numerosas cuñas, como las del siglo XV que rodean a un instrumento de su oficio del XVI.

Los alfareros de Triana, muchos de los cuales aún tenían nombres musulmanes, aportaron para los conductos de los desagües atanores y canales, vidriadas en verde, como los del escalón inferior, pero sobre todo una ingente cantidad de tiestos de mediados del siglo XV; eran "fallos de horno", usados como alcatifas (rellenos) de las bóvedas de piedra, donde aparecen apilados y unidos con mortero de cal. Destacan un gran dolio con un letrero en árabe y dos cántaros en cuyas asas vemos impresa una Giralda, como marca de control.


jueves, 11 de febrero de 2016

El interior de la Giralda (4): la Cámara de las máquinas.




Continuando con la exploración de las cámaras del interior de la Giralda, subimos hasta la rampa número 15, allí podemos detenernos, descansar un momento y fijarnos en la exposición de la llamada CÁMARA DE LAS MAQUINAS. 

Sabemos que el primer arquitecto de la actual Catedral fue el Maestre Carlín, que en realidad se llamaba Charles Gauter, nacido en Rouen (Francia) hacia 1378 y que falleció en Sevilla, quizás en 1448, después de haber sido arquitecto de las catedrales de Barcelona y Lérida. Suya fue la decisión de usar exclusivamente la piedra traída en barco desde El Puerto de Santa María (Cádiz).


Para mover los sillares usaron máquinas como las presentes, entre las que destaca una estupenda colección de roldanas, algunas de las cuales están fechadas; las más modernas son de hierro, las del siglo XVI llevan ruedas de bronce y carcasas de madera y las más antiguas están hechas solamente con madera de encina. Podemos ver un carro para transportar sillares, la réplica de una tenaza del XVI y elementos para desplazar y guindar bloques.


También se muestran dos sillares, uno de ellos con una marca de cantero, un mazo, una cuña de hierro y un curioso rulo, de forma prismática, usado hasta fecha reciente para moler incienso, pero que también se usaba para triturar la cal y los pigmentos de las pinturas murales.

miércoles, 10 de febrero de 2016

El interior de la Giralda (3): la Cámara Mudéjar.




Tras la Cámara de la Mezquita, subimos hasta la rampa número 10 donde se encuentra la tercera cámara de la torre, la llamada CÁMARA DE LA CATEDRAL MUDÉJAR.

El edificio de la Mezquita se cristianizó en 1248 y sirvio como catedral hasta los comienzos de su paulatino derribo, en 1434. Durante estos años se fue transformando, hasta dar un edificio híbrido, mudéjar, en el que estuvieron alojados los objetos aquí expuestos.

Al fondo destacan las hojas de una puerta del siglo XIV, que quizas pertenecieron a la capilla del Sagrario: tiene letreros góticos y aleyas del Corán.

Delante en una urna transparente, se muestran restos de vestiduras regias del siglo XIII.



La lápida de la izquierda es la Petrus de la Cera, uno de los caballeros que tomaron Sevilla en noviembre de 1248, y que falleció en nuestra ciudad el 21 de enero de 1265.

Las lápidas de la derecha son algo mas recientes, quizas de finales del siglo XV; la mas grande señalaba el lugar de la tumba de doña María Alonso, madre de un arcediano de la Catedral, mientras la pequeña correspondía al enterramiento de don Alonso Díaz y los suyos.

martes, 9 de febrero de 2016

El interior de la Giralda (2): las primeras cámaras.




Como edificio, la torre es similar al resto de torres mudéjares, y siguen el mismo sistema constructivo: hay dos torres de ladrillos, sensiblemente cuadradas y concéntricas. El vano de la torre central es utilizado mediante los correspondientes forjados, como habitaciones, utilizadas en tiempos por los sirvientes de la torre, probablemente los almuédanos en su primera época, y sin duda los campaneros en la segunda época. Se trata de grandes habitaciones, ahora llamadas "cámaras", probablemente partidas, que aparecen como salas de exposición, en la antesala, que debe ocupar aproximadamente la mitad del hueco.

Se da el hecho de que el vano de entrada a cada una de las seis salas de la torre se da cada cinco cuestas o rampas, lo que da como resultado que cada una de las estancias esté orientada 90 grados de desfase con respecto a las dos contiguas. Probablemente este desfase entre vanos se produjo para ir desplazando las entradas a las estancias de modo que la torre no quedase descompensada. Aún así se da la circunstancia que las cuestas son cada vez más estrechas conforme se asciende, disminuyendo de los seis ladrillos de la base a los cuatro de las últimas cuestas. También podemos darnos cuenta que los ángulos son cada vez menores, probablemente para disminuir el cansancio del ascenso, que debido a estos cambios no se hace muy pesado.


Conforme entramos en la primera rampa nos encontramos con la PRIMERA CÁMARA, una habitación cerrada, no visitable, donde se guarda el sistema informático que regula el toque de las campanas y el reloj de la torre..

Aunque no es visitable, esta habitación nos da una idea de cómo van a ser las restantes siete cámaras que nos iremos encontrando en el camino conforme vayamos subiendo por el interior de la torre.

En la cuesta número 5 se encuentra la segunda cámara de la torre.  Es la CÁMARA DE LA MEZQUITA.

Esta primera cámara visitable, segunda de la Torre, llamada Cámara de la Mezquita, expone diversos elementos relacionados con la etapa fundacional del edificio islámico, entre los años 1172 d. C. (567 de la Hégira) y 1198 d. C. (594 de la Hégira).

Puede verse un plano de la planta de la Mezquita, obra del arquitecto Ahmad ibn Baso, superpuesta a la de la Catedral actual y las aldabas de bronce de la Puerta del Perdón, las auténticas almohades que son de una excepcional calidad. Entre ellas, que son lo más rico y lo más moderno de la Mezquita, aparecen dos humildes lamparillas algo más antiguas, de las que han aparecido en los cimientos del edificio en unas recientes excavaciones arqueológicas.



A la derecha vemos una representación giratoria de la Giralda, desarrollada en tres etapas básicas: la almohade, cuando se inauguró el día 10 de marzo de 1198, la cristiana del momento del acrecentamiento por el arquitecto Hernán Ruiz, en 1568, y finalmente una imagen convencional de ella en un año de feliz recuerdo para la ciudad, 1992.

Desgraciadamente por un problema de mi cámara fotográfica no pude realizar fotos de esta estancia.

lunes, 8 de febrero de 2016

El interior de la Giralda (1): Azulejos en la entrada.




Por más que está estudiado y comentado, todos sabemos que nuestra Giralda es el antiguo alminar de la antigua mezquita almohade, que se comenzó a construir en 1184 y se concluyó en 1198. La Giralda arranca sobre un basamento de piedra en el cual se advierten sillares que proceden de antiguos edificios romanos de Sevilla y el gran cuerpo de la torre se levanta en ladrillo alcanzando hasta la estatua que la corona la altura de 94 metros. En los cuatro frentes de la torre se abren balcones y ventanas que iluminan los tramos de las rampas de su interior; hasta la mitad de su altura los muros se dividen en tres paños verticales que se decoran con red de rombos. 

También es conocido por todos que el alminar original se remataba con un segundo cuerpo más reducido que culminaba en un casquete semiesférico coronado con tres bolas de bronce de tamaño decreciente. Lástima que en 1365 un terremoto destruyó el casquete y las bolas siendo sustituidos por una modesta espadaña de escasa prestancia. 

El cabildo de la catedral acordó en 1558 remodelar la torre, encomendando la obra al arquitecto Hernan Ruiz II, quien en diez años realizó el admirable campanario y los templetes que la culminan con ritmo decreciente. 


La fusión del cuerpo superior renacentista con el inferior almohade está realizada de forma perfecta y armoniosa, fundiéndose de manera admirable elementos arquitectónicos de dos culturas distintas, separadas por cuatro siglos en el tiempo.

Para rematar el campanario se colocó una monumental escultura de la fe "El Giraldillo", esta escultura hace de veleta al girar según la dirección del viento, lo que motivó la denominación popular de la giralda que posteriormente ha pasado a dar nombre a la torre.

Esto, en brevedad, es un resumen esquemático de lo que ha sido una historia de más de 800 años. Nosotros, en nuestro afán de conocerla un poco mejor vamos a dedicar unos post en describir lo que no se ve, el interior de la torre, desde la entrada hasta la Sala de las Campanas.

A la entrada nos encontramos con un placa de mármol donde se recuerda la visita realizada por el Santo Papa Juan Pablo II el 12 de Junio de 1993. Allí se dice que subió al primer balcón de la giralda acompañado por el Arzobispo de Sevilla D. Carlos Amigo Vallejo.


Muy cerca de esta placa de mármol y, antes de acceder a las rampas, sobre la pared nos encontramos con dos azulejos de colores banco y verde. Uno de ellos está escrito en árabe y el otro en nuestra lengua.



Antes de acceder a las rampas, sobre la pared nos encontramos con dos azulejos de colores banco y verde. Uno de ellos está escrito en árabe y el otro en nuestra lengua. En ellos se dice lo siguiente:

"Mandó el Califa Abu Ya' Qub Yusuf a su alarife Ahmad Ibn Baso la erección de esta sawmu'a en 13 de safar del año 580 h. (26 mayo 1184 c.) y terminó la edificación de ella 'Ali Al-gumarí a finales del postrer rabi' del año 593 h. (19 marzo 1197 c.), durante el califato de Abu Yusuf Al-mansur. Renovó el arquitecto Hernán Ruiz esta sawmu'a en el año 1568 y añadió en la parte más alta de ella, el campanario y se labró esta inscripción en el año 1984, como exaltación de la octava conmemoración centenaria de la creación de este gran alminar maravilloso."


Una ve realizada una pequeña parada para leer ambos murales, nos introducimos por un hueco en la base de la propia torre, allí donde comienza la rampa empedrada que nos llevará hasta las campañas.
En la primera rampa nos encontramos con otra placa en la pared, placa donde se recuerda la fecha de solado de la rampa.


jueves, 31 de octubre de 2013

Recordando la visita de Juan Pablo II.



La última de las placas que podemos ver a la entrada de la Giralda hace referencia a la vista que el Papa Juan Pabllo II hizo a Sevilla en 1993 con motivo del Congreso Eucarístico Internacional.

miércoles, 30 de octubre de 2013

El solado de las rampas de la Giralda.



Continuando con las placas colocadas al inicio del camino de subida a la Giralda, nos encontramos ésta segunda donde se nos indica la fecha del ensolado de las rampas y el pavimento del campanario.

martes, 29 de octubre de 2013

Mandó el Califa Abu Ya´Qub Yusuf...



Antes de comenzar la subida a la Giralda por las 37 rampas que nos llevan al campanario, en dos azulejos, en español y en árabe, podemos leer una muy resumida lección de historia acerca de la construcción de la torre por el califa de Sevilla Abu Ya´Qub Yusuf.
La historia comienza con una orden califal el 26 de Mayo de 1184 (13 de Safar del año 580 después de la Hégira) y la finalizó, tal como la conocemos ahora, en la era cristiana siendo rey Felipe II, el arquitecto Hernán Ruiz.


viernes, 18 de octubre de 2013

No hay vista más bella del Guadalquivir.



De frente se ven ir y venir las mansas aguas del Guadalquivir. Arriba, junto al campanario de la Giralda, tenemos estas vistas de nuestro río, donde hace siglos suracaban los galeones repletos de plata y oro y en la actualidad nos trae el maná de turistas en barcos de crucero.

jueves, 17 de octubre de 2013

La hermana pequeña.



Desde la Giralda también podemos apreciar la esbelta y rechoncha figura de la Torre del Oro. Los reflejos áureos de esta torre albarrana aún pueden adivinarse. Su especial mezcla de mortero, cal y paja prensada le dio, hace siglos, unos reflejos dorados sobre el rio que sirvió para que se le diera el nombre por el que la conocemos en la actualidad.
En las tardes de otoño podemos aún adivinar estos rayos dorados desde la lejanía catedralicia.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Turistario.



Sevilla da para un tratado de turistas. Desde los que vienen por placer hasta los que se recorren el último rincón de nuestras iglesias mudéjares. Desde los que van de paso y permanecen sólo unas horas o pocos días hasta los que deciden quedarse entre nosotros. Desde el estudiante más humilde hasta el más jovial de los jubilados. A todos ellos vaya este merecido homenaje anónimo.
A todos, les estamos esperando.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Los vientos de la Giralda.



En la Giralda tenemos nuestra particular rosa de los vientos. Unos rostros en forma de faunos nos sitúan los ocho vientos posibles. En geografía cada uno tiene un nombre e indican la procedencia de los vientos en España:

Viento del Norte (N): Tramontana
Viento del Noroeste (NO): Mistral
Viento del Nordeste (NE): Gregario
Viento del Este (E): Levante
Viento del Sur (S): Mediodía
Viento del Sudeste (SE): Siroco
Viento del Sudoeste (SO): Lebeccio
Viento del Oeste O): Poniente

Esto no quiere decir que cada fauno responda a uno de estos nombres, aunque sí marcan las direcciones geográficas. estos que vemos están situados en el llamado "Cuerpo de las Estrellas", justo debajo de los remates esféricos que dan nombre al cuerpo superior llamado "Cuerpo de las Carambolas".