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jueves, 20 de noviembre de 2014

Se nos fue la Duquesa.



Se nos fue la Duquesa, así escrito, sin más apellido, porque en Sevilla cuando te referías a la Duquesa todo el mundo sabía de quién hablabas. María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart era la número 18 en el linaje del Ducado de Alba, pero por encima de títulos nobiliarios ella presumía de ser una sevillana que nació en Madrid y que amó a su tierra del sur, a su gente y su forma de vida de tal manera que la hizo suya desde sus primeros años vida.
Atrás deja muchos amigos y también un recuerdo, un poso, entre la sevillanía de ser una mujer vital, valiente, brava, con bríos, cariñosa que sus seres queridos y con una lucidez mental que la mantuvo activa hasta pocos días antes de su partida definitiva.
Sus eternos rizos canos, su hablar pausado y su mirada directa permanecerán entre los recuerdos de quienes la conocimos sólo por televisión. Descanse en paz, Doña Cayetana.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (17): La Fuente de la Generación del 27.



Tras la remodelación, los Jardines de Cristina se han convertido en un jardín poético, un jardín que homenajea a la Generación del 27. Las calles del espacio ajardinado reciben los nombres de los poetas de esta generación y repartidas por todos los parterres aparecen grandes rocas inscritas con los poemas de Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, Jorge Guillén, Miguel Hernández y Joaquín Romero Murube.


Aquel año de 1927, mientras la ciudad se transformaba día a día organizando la Exposición Iberoamericana, un acontecimiento festivo, al que los protagonistas no otorgaban más transcendencia, quedaría grabado en la historia de nuestra ciudad. El 16 de diciembre de aquel año se cumplía el tricentenario de la muerte del olvidado poeta cordobés Luis de Góngora. Por tal motivo, el Ateneo de Sevilla, con los recursos económicos del torero Ignacio Sánchez Mejías, invita a una serie de jóvenes poetas para que lean sus versos y, de este modo, recuerden a Góngora. Acuden Gerardo Diego, Jorge Guillén, Salinas, Dámaso Alonso, Lorca y Alberti, entre otros.


Los poetas han venido a recitar sus versos, y a vivir la ciudad en un aire de libertad. El acto organizado por el Ateneo fue todo un éxito. Lorca, Federico, desencadenó desbordadas pasiones al recitar algunos de sus inéditos romances. Sobre él llovían pañuelos y chaquetas. El triunfo, la apoteosis.
Hoy los jardines rinden homenaje a aquella Generación.


La fuente, hecha con sillares de mármol de Macael e interior de pizarra verde, tiene esculpidas poesías en sus laterales. En lo alto irá la escultura de bronce de la musa de la poesía leyendo un libro, una obra de Sergio Portela.





domingo, 17 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (16): el Monumento a Castelar.



A principios de los años 30 del pasado siglo se inauguró, por suscripción popular, un monumento obra del escultor Manuel Echegoyán a Emilio Castelar, Presidente de Gobierno de la Primera República.
En él el busto de Castelar aparece acompañado por dos mujeres que, con aire clásico, representan la Oratoria y la Justicia.
Emilio Castelar fue un político español, último presidente de la Primera República, nació en Cádiz en 1832 y murió en San Pedro del Pinatar en 1899. Tras estudiar Derecho y Filosofía en la Universidad de Madrid, obtuvo una cátedra de Historia Filosófica y Crítica de España (1857) y se dedicó a la lucha política, canalizada a través del periodismo. Defendía un republicanismo democrático y liberal, que le enfrentaba a la tendencia más socializante de Pi y Margall.
Desde esas posiciones luchó tenazmente contra el régimen de Isabel II, llegando a criticar directamente la conducta de la reina en su artículo «El rasgo» (1865). En represalia por aquel escrito fue cesado de su cátedra, arrastrando en su caída al rector de la Universidad de Madrid; las protestas estudiantiles contra su cese fueron reprimidas por el gobierno de forma sangrienta (la «Noche de San Daniel»). Luego intervino en la frustrada insurrección del Cuartel de San Gil de 1866, también reprimida por el gobierno; consiguió huir a Francia al tiempo que recaía sobre él una condena a muerte.
Participó en la Revolución de 1868 que destronó a Isabel II, pero no consiguió que condujera a la proclamación de la República. Fue diputado en las inmediatas Cortes constituyentes, en las que destacó por su capacidad oratoria, especialmente a raíz de su defensa de la libertad de cultos (1869). Siguió defendiendo la opción republicana dentro y fuera de las Cortes hasta que la abdicación de Amadeo de Saboya provocó la proclamación de la República (1873).
Durante el primer gobierno republicano, presidido por Estanislao Figueras, ocupó la cartera de Estado, desde la que adoptó medidas como la eliminación de los títulos nobiliarios o la abolición de la esclavitud en Puerto Rico. Pero el régimen por el que tanto había luchado se descomponía rápidamente, desgarrado por las disensiones ideológicas entre sus líderes, aislado por la hostilidad de la Iglesia, la nobleza, el ejército y las clases acomodadas, y acosado por la insurrección cantonal, la reanudación de la Guerra Carlista y el recrudecimiento de la rebelión independentista en Cuba.


La Presidencia fue pasando de mano en mano de Figueras a Pi y Margall, en junio, y de éste a Salmerón, en julio, hasta llegar a Castelar en septiembre. 
Para tratar de salvar el régimen disolvió las Cortes y actuó con la diligencia de un dictador, movilizando hombres y recursos y encargando el mando de las operaciones a militares profesionales, aunque de dudosa fidelidad a la República.
Cuando se reanudaron las sesiones de Cortes a comienzos de 1874, Castelar presentó su dimisión tras perder una votación parlamentaria, lo cual determinó la inmediata intervención del general Pavía, que dio un golpe de Estado disolviendo las Cortes y creando un vacío de poder que aprovechó el general Serrano para autoproclamarse presidente del Poder Ejecutivo. Liquidada así la Primera República, el pronunciamiento de Martínez Campos vino a restablecer la Monarquía proclamando rey a Alfonso XII.
Tras regresar de un largo viaje por el extranjero, Castelar volvió a la política, encarnando en las Cortes de la Restauración la opción de los republicanos «posibilistas» que aspiraban a democratizar el régimen desde dentro; cuando, en los años noventa, se aprobaron las leyes del jurado y del sufragio universal, Castelar se retiró de la vida política, aconsejando a sus partidarios la integración en el Partido Liberal de Sagasta (1893).

sábado, 16 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (15): el Paseo Gerardo Diego.



Gerardo Diego Cendoya nació en Santander el 3 de octubre de 1896 y murió en Madrid el 8 de julio de 1987). Poeta español miembro de la Generación del 27.
Estudia Letras en la Universidad de Deusto, aunque se licencia en la Universidad de Madrid. En 1920 obtiene la plaza de Catedrático de Lengua y Literatura e imparte clases como profesor de instituto en distintas ciudades españolas, como Soria, Santander, Gijón o Madrid.
Su actividad literaria comienza a una edad muy temprana, publicando en 1918 su primera obra, el cuento La caja del abuelo, en El Diario Montañés. 
Su primer libro de poesías, El romancero de la novia, ve la luz en 1920. Durante su estancia en Gijón mantiene una gran actividad literaria, fundando las revistas Carmen y Lola y manteniendo contactos con el resto de los integrantes de la Generación del 27. Este grupo de poetas se da a conocer tras la publicación en 1932 de su antología Poesía española: 1915-1931.
Durante los años de posguerra Gerardo Diego continúa con su actividad poética con obras como Ángeles de Compostela, Alondra de verdad o Romances.
Durante los siguientes años el poeta mantiene su intensa actividad, publicando nuevos libros, viajando y recibiendo numerosos homenajes y premios. En 1962 obtiene el Calderón de la Barca por su retablo escénico El cerezo y la palmera, su incursión en el teatro.
El gran reconocimiento del autor llega en 1979 con la concesión del Premio Miguel de Cervantes, que comparte con Jorge Luis Borges.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (14): el Paseo Federico García Lorca.



Federico García Lorca nació en Fuentevaqueros el 5 de junio de 1898 y fue fusilado en Víznar el 19 de agosto de 1936).
En 1915 comienza a estudiar Filosofía y Letras, así como Derecho, en la Universidad de Granada. Forma parte de El Rinconcillo, centro de reunión de los artistas granadinos donde conoce a Manuel de Falla. Entre 1916 y 1917 realiza una serie de viajes por España con sus compañeros de estudios, conociendo a Antonio Machado. En 1919 se traslada a Madrid y se instala en la Residencia de Estudiantes, coincidiendo con numerosos literatos e intelectuales.
Junto a un grupo de intelectuales granadinos funda en 1928 la revista Gallo, de la que sólo salen 2 ejemplares. En 1929 viaja a Nueva York y a Cuba. Dos años después funda el grupo teatral universitario La Barraca, para acercar el teatro al pueblo, y en 1936 vuelve a Granada donde es detenido y fusilado por sus ideas liberales.
Escribe tanto poesía como teatro, si bien en los últimos años se volcó más en este último, participando no sólo en su creación sino también en la escenificación y el montaje. En sus primeros libros de poesía se muestra más bien modernista, siguiendo la estela de Antonio Machado, Rubén Darío y Salvador Rueda. En una segunda etapa aúna el Modernismo con la Vanguardia, partiendo de una base tradicional.
En cuanto a su labor teatral, Lorca emplea rasgos líricos, míticos y simbólicos, y recurre tanto a la canción popular como a la desmesura calderoniana o al teatro de títeres. En su teatro lo visual es tan importante como lo lingüístico, y predomina siempre el dramatismo.
En la actualidad Federico García Lorca es el poeta español más leído de todos los tiempos.
Entre sus libros de poesía están: Libro de poemas (1921), Poema del cante jondo (1921), Oda a Salvador Dalí (1926), Romancero gitano (1928), Poeta en Nueva York (1930), Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935), Seis poemas galegos (1935), Diván del Tamarit (1936) y Sonetos del amor oscuro (1936).
Entre sus obras teatrales están:  El maleficio de la mariposa (1921), Mariana Pineda (1927), La zapatera prodigiosa (1930), Retablillo de Don Cristóbal (1928), El público (1930), Así que pasen cinco años (1930), Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933), Bodas de sangre (1933)
Yerma (1934), Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935) y La casa de Bernarda Alba (1936).

jueves, 14 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (13): el Paseo Dámaso Alonso.



Dámaso Alonso y Fernández de las Redondas nació en Madrid el 22 de octubre de 1898 y murió el 25 de enero de 1990). Poeta español, profesor, lingüista y crítico literario.
Pasa su infancia en La Felguera (Asturias). En Madrid termina sus estudios superiores en Derecho y en Letras. Es alumno de Ramón Menéndez Pidal en el Centro de Estudios Históricos y compañero en la Residencia de Estudiantes de los artistas que forman parte de la Generación del 27. 
Enseña lengua y literatura españolas en diversas universidades extranjeras, como Berlín, Cambridge, Oxford, Stanford University (California), Hunter College y Columbia University (Nueva York) y Leipzig. Dentro de España, enseña en las universidades de Valencia, Barcelona y Madrid.
Simultanea obras de creación literaria, de las que es característico el “realismo léxico”, con obras de historia y crítica en el campo de la estilística, estudiando a los poetas clásicos españoles y la lírica de tipo popular. Como traductor de las obras de James Joyce utiliza el seudónimo de Alfonso Donado.


Académico de número desde 1945, es director de la Real Academia Española durante los años 1968 a 1982. Es también nombrado miembro de otras academias y asociaciones, como la Real Academia de Historia, la Modern Language Association o la Asociación de Hispanistas, que además preside de 1962 a 1965.
Su principal labor como director de la Real Academia Española consiste en la organización de encuentros con las academias americanas, para trabajar en común por la lengua castellana.
La sala Dámaso Alonso de la Real Academia está dedicada íntegramente a la biblioteca del autor, recogiendo cerca de 40.000 volúmenes y diversos objetos personales.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (12): el Paseo Miguel Hernández.



Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela el 30 de octubre de 1910 y murió en Alicante el 28 de marzo de 1942). Poeta y dramaturgo español.
De familia humilde, tiene que abandonar muy pronto la escuela para ponerse a trabajar; aún así desarrolla su capacidad para la poesía gracias a ser un gran lector de la poesía clásica española.
A partir de 1930 comienza a publicar sus poesías en revistas como El Pueblo de Orihuela o El Día de Alicante. 
En la década de 1930 viaja a Madrid y colabora en distintas publicaciones, estableciendo relación con los poetas de la época. A su vuelta a Orihuela redacta Perito en Lunas, donde se refleja la influencia de los autores que lee en su infancia y los que conoce en su viaje a Madrid.
Ya establecido en Madrid, trabaja como redactor en el diccionario taurino de Cossío y en las Misiones pedagógicas de Alejandro Casona; colabora además en importantes revistas poéticas españolas. Escribe en estos años los poemas titulados El silbo vulnerado e Imagen de tu huella, y el más conocidoEl Rayo que no cesa (1936).



Toma parte muy activa en la Guerra Civil española, y al terminar ésta intenta salir del país pero es detenido en la frontera con Portugal. Condenado a pena de muerte, se le conmuta por la de treinta años pero no llega a cumplirla porque muere de tuberculosis el 28 de marzo de 1942 en la prisión de Alicante.
Durante la guerra compone Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1938) con un estilo que se conoció como “poesía de guerra”. En la cárcel acabó Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). En su obra se encuentran influencias de Garcilaso, Góngora, Quevedo y San Juan de la Cruz.

martes, 12 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (11): el Paseo Pedro Salinas.



Pedro Salinas nació en Madrid en 1891 y falleció en Boston en 1951. Poeta español, miembro de la Generación del 27, en la que destacó como poeta del amor. Profundo intelectual y humanista, Salinas estudió las carreras de derecho y de filosofía y letras. Fue lector de español en la Universidad de París entre 1914 y 1917, año en que se doctoró en letras.
En la década de 1920 comenzó una asidua colaboración con la Revista de Occidente y fue catedrático de lengua y literatura españolas en las universidades de Sevilla y Murcia. Trabajó como lector de español en Cambridge. 
Junto a Guillermo de Torre dirigió la revista Índice literario (1932-1936). En este último año emigró a Estados Unidos, donde se desempeñó como profesor en distintas universidades, y allí vivió hasta su muerte, salvo algunos períodos en que dictó clases en la Universidad de San Juan de Puerto Rico.

Poeta subjetivo, heredero de la tradición amorosa de Garcilaso de la Vega y de Gustavo Adolfo Bécquer, el gran tema de su poesía fue el amor, a través del cual matizó y recreó la realidad y los objetos. En su producción se pueden distinguir tres etapas. La primera, de poesía pura, influida por Juan Ramón Jiménez, abarca desde los inicios hasta 1931 (Presagios, 1924; Seguro azar, 1929 y Fábula y signo, 1931).
La segunda alcanza hasta 1939 y fue la de la poesía genuinamente amorosa, fruto de su apasionada relación con la profesora norteamericana Katherine Whitmore. En ella celebra el amor que da sentido al mundo; la amada es una criatura concreta, en un espacio cotidiano, con la que el poeta mantiene un coloquio continuo. El amor de su lírica no es atormentado y sufrido, es una fuerza prodigiosa que da sentido a la vida, escribió La voz a ti debida, 1933; Razón de amor, 1936 y Largo lamento, 1939).
La tercera etapa va de 1939 hasta su muerte. La poesía de estos años reflejó sus inquietudes filosóficas, y una preocupación por la función del poeta y del arte, ya que su espíritu humanista se rebeló ante el mundo moderno; pero no fue la suya una poesía meramente intelectualista, sino que se apoyó también en lo sensual, en una visión cósmica pero fuertemente emotiva. Tres libros componen la producción de este período: El contemplado (1946), Todo más claro y otros poemas (1949) y Confianza 1942-1944, 1955, recopilación de poemas sueltos publicada póstumamente.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (10): el Paseo Luís Cernuda.



Luis Cernuda Bidón nació en Sevilla el 21 de septiembre de 1902 y murió en México, D.F. el 5 de noviembre de 1963. Poeta español de la Generación del 27.
De niño, muestra prematuramente su interés por la poesía tras leer las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, siendo en el colegio de los padres Escolapios donde su profesor le enseña las normas básicas de la expresión poética y comienza a escribir sus primeros versos. Años más tarde, emprende sus estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla, donde su profesor de literatura, Pedro Salinas, le anima a participar en tertulias y a leer a escritores españoles del Siglo del Oro (Góngora, Lope de vega, Quevedo y Garcilaso de la Vega entre otros) y a autores franceses contemporáneos.
En 1925, tras licenciarse en Derecho, Juan Ramón Jiménez publica sus primeros poemas en Revista de Occidente. Al año siguiente viaja a Madrid con la intención de introducirse en el mundo editorial colaborando en la publicación La Verdad, Mediodía y Litoral. 
Dos años más tarde ve la luz su primer libro lírico, Perfil del aire (1927), que es rechazado por la crítica y escribe Égloga, elegía y oda (1928) tras conocer a Federico García Lorca en un homenaje a Góngora. 
En 1930 comienza a trabajar de librero y en los años sucesivos escribe Un río, un amor (1929), Los placeres prohibidos (1931), La invitación a la poesía (1933), Donde habite el olvido (1934) e Invocaciones (1935). 
Durante la Guerra Civil española vive exiliado en Inglaterra, donde termina Las nubes (1940), un libro de poesía sobre la Guerra Civil española, Ocnos (1942), Como quien espera el alba (1943) y Vivir sin estar viviendo (1944). En 1947 parte rumbo a Estados Unidos para ejercer como profesor de Lengua y Literatura Española.
Ya en su periodo de madurez, se traslada a vivir a México y ven la luz sus obras Variaciones sobre tema mexicano (1952), Poemas para un cuerpo (1957) y Desolación de la Quimera (1962). 
Fallece en México el 5 de noviembre de 1963.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (9): el Paseo Joaquín Romero Murube.



Joaquín Romero Murube nació en los Palacios el 18 de julio de 1904 y murió en Sevilla el 15 de noviembre de 1969. Fue un articulista y poeta de la Generación del 27.
Entre sus libros poéticos destacan Prosarios (Sevilla, Imprenta Gironés, 1924), Sombra Apasionada (1929), donde el autor alterna el Creacionismo, el Surrealismo, el Neopopularismo y el Clasicismo. La crítica ha señalado también el influjo de Ramón Gómez de la Serna, Valle-Inclán, José Bergamín y Pedro Salinas. La impronta de Federico García Lorca es visible en su segunda etapa poética, integrada por Siete Romances, Canción del Amante andaluz y Kasida del olvido, continuado y ampliado en Tierra y Canción.
De sus ensayos destacan Dios en la ciudad, de 1934, incluido luego en Sevilla en los labios,  Discurso de la mentira, Memoriales y Divagaciones y Los cielos que perdimos
Investigó además sobre la figura de Francisco de Bruna y Ahumada (1965). En el género narrativo, iniciado muy pronto con novelas como La tristeza del Conde Laurel (1923) y Hermanita amapola (1925), hubo un largo paréntesis inactivo que se cerró con ...Ya es tarde y Pueblo lejano.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (8): la Glorieta de Emilio Prados.



Emilio Prados Such nace en Málaga el 4 de marzo de 1899, dónde vive sus primeros quince años. En 1914 se traslada a Madrid para ingresar en la Residencia de Estudiantes, donde conoce a Juan Ramón Jiménez, quien determinará su pronta orientación hacia la poesía.
En 1918 se incorpora al grupo universitario de la Residencia, centro que se convierte en punto convergente de las ideas vanguardistas e intelectuales de Europa, En este fecundo caldo de cultivo se forma la Generación del 27 y es aquí, donde Prados entabla amistad con el círculo que forman Federico García Lorca, Luis Buñuel, Juan Vicens, José Bello y Salvador Dalí.
En 1924 fundó, con su compañero Manuel Altolaguirre, la revista “Litoral”, que fue uno de los más importantes órganos del grupo del 27.
En 1925 inicia su actividad como editor de la imprenta Sur, en la que trabaja también junto a Altolaguirre. Paralelamente a sus actividades creadoras, su compromiso social se va decantando en un progresivo interés hacia los sectores más pobres y desfavorecidos de la sociedad. También publica sus primeros poemarios, “Tiempo” y “Veinte poemas en verso” que se inscriben se inscriben dentro del neopopularismo andaluz
Entre 1925 y 1928 publica también “Seis estampas para un rompecabezas” “Canciones del farero”, ”Vuelta” y “El misterio del agua”.


Entre 1932 y 1938 se entrega a la poesía social y política con un lenguaje surrealista. De esta época son sus obras: “La voz cautiva”, “Andando, andando por el mundo”, “La tierra que no alienta”, “Seis estancias”, “Llanto en la sangre”, “El llanto subterráneo”, y “Tres cantos”.
El clima de violencia que impera en Málaga en 1934 al estallar la guerra le hace trasladarse a Madrid y allí entrará a formar parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Colabora en tareas humanitarias, ayuda en la organización del II Congreso Internacional de Escritores y en la edición de varios libros: “Homenaje al poeta Federico García Lorca y Romancero general de la guerra de España”, al tiempo que se publican varias de sus obras. Recibe el Premio Nacional de Literatura por la recopilación de su poesía de guerra, “Destino fiel” en 1938.
Poco después se instala en Barcelona para encargarse, junto con Altolaguirre otra vez, de las “Publicaciones del Ministerio de Instrucción Pública”. Pero la situación es ya insostenible en la España de comienzos de 1939 para un republicano, por lo que decide marcharse a París y el 6 de mayo parte, junto con otras destacadas figuras de la intelectualidad republicana, hacia México, donde residirá hasta su muerte. Allí publica poesías que emanan un profundo sentimiento de desarraigo y soledad.
A ésta época pertenecen “Mínima muerte”, “Jardín cerrado”, “Memoria del olvido”, “Penumbras”, “Río natural”, “Circuncisión del sueño” y “Signos del ser”.
Muere en México el 24 de Abril de 1962.


viernes, 8 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (7): el Monumento a la Duquesa de Alba.



En la Glorieta de Jorge Guillén, se ha inaugurado en 2011 el monumento a la Duquesa de Alba, donado por la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. 
Es obra del escultor Sebastián Santos Calero. La obra en bronce muestra a Cayetana de Alba con mantón de Manila y flor en el pelo.














jueves, 7 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (6): la Glorieta de Jorge Guillén.



En la Glorieta de Jorge Guillén podemos ver el monumento dedicado a la Duquesa de Alba. Sus versos están cincelados en el mármol blanco de la fuente de la Generación del 27.


Jorge Guillén Álvarez nació en Valladolid el 18 de enero de 1893 y falleció en Málaga el 6 de febrero de 1984). Poeta español, perteneciente a la Generación del 27.
Estudia Filosofía y Letras en Madrid y en Granada, graduándose en 1913. En 1924 se doctora y visita Alemania después de haber sido lector de español en la Sorbona (1917-1923), actividad que repite años después en Oxford. En 1925 obtiene la cátedra de Literatura española en la Universidad de Murcia, pasando a la de Sevilla tres años después. Ocupa este último puesto hasta que, acabada la guerra civil, se exilia a los Estados Unidos, donde imparte Literatura y Letras, hasta el final de su carrera.
Su poesía se edita en la Revista de Occidente desde 1919 hasta 1928; en este último año aparece con el título de Cántico, considerado a menudo como el libro cumbre de su generación. 
En una segunda etapa, en la que se reflejan diversos conflictos políticos, publica las tres partes de Clamor, tituladas Maremagnum (1957), Que van a dar en la mar (1960) y A la altura de las circunstancias (1963). Son temas recurrentes en su obra la nostalgia del pasado, el paso del tiempo y la reflexión sobre la vejez. Más adelante, con Homenaje (1967), retorna al enfoque de su primera etapa. 
Sus últimas obras son Y otros poemas (1973) y Final (1982).
En 1976 recibe el máximo galardón de las letras hispánicas, el Premio Miguel de Cervantes.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (5): la Glorieta de Manuel Altolaguirre.



Manuel Altolaguirre Bolín nació en Málaga el 29 de junio de 1905 y murió en Burgos el 26 de julio de 1959. Poeta, impresor y productor cinematográfico español, por su edad y sus afinidades estéticas está considerado como el poeta más joven entre los de la Generación del 27.

Durante la Guerra Civil toma partido por el bando republicano y se ve forzado a exiliarse en febrero de 1939. Tras su paso por un campo de concentración francés, se traslada primero a Cuba y después a México.
Las islas invitadas y otros poemas, de 1926, es su primera antología y muestra una especial predilección por los temas naturalistas. En su libro siguiente, Ejemplo (1927), se percibe la influencia de la poética surrealista; posteriormente se publican Soledades juntas (1931), La lenta libertad (1936), Nube temporal (1939) y Fin de un amor (1949).


Además edita una colección de poetas clásicos españoles con el título de La Verónica y se interesa por el cine, produciendo y escribiendo el guión de la película Subida al cielo (1951), que dirige Luis Buñuel; realiza también una versión fílmica de El cantar de los cantares. Como autor teatral publica Entre dos públicos (1934).
Asimismo, escribe una biografía de Garcilaso de la Vega, realiza traducciones de Aleksandr Pushkin y P.B. Shelley y publica la Antología de la poesía romántica española (1932), así como un ensayo sobre el Presente de la lírica mejicana (1946). Deja una novela inconclusa, El caballo griego, publicada parcialmente en Papeles de Son Armadans en 1958.

martes, 5 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (4): el Templete de la Estación Meteorológica.



En 1959, en el interior de los jardines, se instaló este templete que vemos en la foto que disponía de instrumental (barómetro, termómetro, etc.) para tomar los datos meteorológicos que formaban parte de la estadística oficial. 
Al correr de los años, aquella estación meteorológica perdió todo el material que le proporcionaba funcionalidad.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (3): el Monumento a Adriano del Valle.



En 1995, en los Jardines de Cristina, se erige el busto al poeta sevillano Adriano del Valle, y a sus versos:

Cuando la luna sus redes

tiende al ruiseñor y al grillo

y hundidos en fango rosa

buscan peces los olivos,

desde Córdoba a Sevilla

el agua sueña entre lirios,

recostando en dos Giraldas

la pereza de su arribo:

una de piedra, en el aire;

otra de sombra, en el río ...


domingo, 3 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (2): el Paseo Vicente Aleixandre.



El poeta sevillano y Premio Nobel de Literatura en 1977 nació en el Palacio de Yanduri, a pocos pasos del paseo que hoy lleva su nombre dentro del recinto de los Jardines de Cristina. Para hacerlo aún más visible, podemos ver este azulejo de Cerámicas Santa Ana cuyo texto dice lo siguiente:

Era una gran plaza abierta, y había olor a existencia

un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,

un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,

su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.

Y era el serpear que se movía como único ser,

no se si desvalido, no se si poderoso,

pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.

Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.

En la Plaza (Vicente Aleixandre)

sábado, 2 de noviembre de 2013

Los Jardines de la Reina Cristina (1): una breve historia.



Los Jardines de Cristina fueron inaugurados el 24 de julio de 1830 con la denominación de Salón de Cristina en claro homenaje a María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, última esposa del Fernando VII, reina regente durante la infancia de su hija Isabel II.
El Salón Cristina -construido por el Asistente Arjona, con la dirección técnica del arquitecto Melchor Cano y la participación del botánico Claudio Boutelou- fue un espacio ajardinado amplio y elegante, con bancos, esculturas, fuentes y una gran alberca que permitía el riego de las plantas que allí crecían. Había un banco de mármol blanco alrededor del recinto, un pabellón de carácter exótico y una fuente con la escultura de Apolo que determinó que durante los primeros años se conociera como Jardín de Apolo. Estaba poblado por plátanos, fresnos, álamos, sauces y otras especies.


Los jardines se encontraban enclavados en las afueras de la ciudad y ofrecieron una vía de ensanche al núcleo urbano al derribarse la muralla que unía la Torre del Oro con la Torre de la Plata. En el siglo XIX la zona verde se extendía, junto al río, desde el Palacio de San Telmo hasta la Torre del Oro.
Conjuntamente con los Jardines de las Delicias (construidos en la misma época), se pretendía crear al sur de la ciudad, extramuros, una zona de jardines a los largo del río en la que se dieran citas las clases más acomodadas de la ciudad.
El Salón Cristina se constituyó durante la primera mitad del siglo XIX en lugar de encuentro de las clases más acomodadas de la ciudad, hasta que en 1852 se inaugura la Plaza Nueva y se convierte en el nuevo centro de la vida social de Sevilla.


sábado, 25 de agosto de 2012

El Paseo Vicente Aleixandre.



En 1977, un sevillano de nombre Vicente Pío Marcelino Cirilo y de apellidos Aleixandre y Merlo, recibió el premio Nobel de literatura. este poeta de la Generación del 27 pasaría a la historia de la literatura con el nombre de Vicente Aleixandre.
En los Jardines de Cristina, uno de los caminos de tierra rodeado de árboles y flores de colores lleva su nombre. También allí, junto al monumento dedicado a su generación poética, podemos leer este azulejo con alguno de sus escritos.
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In 1977, one Sevillian writer named Vicente Pío Marcelino Cirilo and with surnames Aleixandre y Merlo, received the prize Nobel of literature.
This poet of the Generation of 27 would go on to the history of the literature with Vicente Aleixandre's name. In Cristina's Gardens, one of the ways surrounded with trees and flowers of colors takes his name.
Also there, close to the monument dedicated to his poetical generation, we can read this tile with some of his verses.

jueves, 14 de junio de 2012

La Fuente de la Generación del 27.



En 1830, la ciudad de Sevilla quiso hacerle un regalo a Cristina de Orleans, esposa del Rey de España Fernando VII. Para eso encargó al arquitecto Melchor Cano el diseño y levantamiento de unos jardines frente al Palacio de San Telmo que llevaran el nombre de la Reina.
El jardín, que ocupaba una extensión mucho mayor de lo que hoy conocemos, llegaba hasta la Torre del Oro decorando de colores toda la orilla del río.
Actualmente el jardín sigue llevando el nombre regio, sin embargo en él hay dedicatorias y monumentos a otras muchas personalidades, entre ellas, a los poetas de la Generación del 27.
Esta fuente de mármol blanco está dispuesta a modo de pequeña cascada sobre cuya parte superior descansa el cuerpo de una mujer esculpido en bronce representando a la musa de la poesía y que fue realizado por Sergio Portela.
A lo largo de los jardines existen recuerdos individualizados de estos grandes poetas: Miguel Hernández, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Manuel Altolaguirre, Pedro Salinas, Emilio Prados, Gerardo Diego y el premio Nobel de 1977 Vicente Aleixandre.
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In 1830, the city of Seville wanted to make a gift to Cristina of Orleans, wife of the King of Spain Fernando VII. For it the city entrusted to the architect Melchor Cano the design and raising of a few gardens opposite to San Telmo's Palace that take the name of the Queen.
The garden, which was occupying a major extension than today we know, was coming up to the Tower of the Gold decorating of colors the shore of the river.
Nowadays the garden continues taking the royal name, nevertheless in it there are dedications and monuments to other many personalities, between them, to the poets of the Generation of 27.
This fountain of white marble is disegned  as a small waterfall on whose top part rests the body of a woman  in bronze representing to the muse of the poetry that was made by Sergio Portela.
Along the gardens there are several individualized recollections of these great poets: Miguel Hernández, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Manuel Altolaguirre, Pedro Salinas, Emilio Prados, Gerardo Diego and the Nobel prize of 1977 Vicente Aleixandre.