jueves, 9 de febrero de 2012

El deterioro de una ventana, la decadencia de una sociedad.



En una de estas mañanas en las que uno va y viene de un lado a otro, me tropecé con esta ventana de una de las fachadas del Convento de... bueno y eso ahora que más da.
Me llamó la atención por su dejadez, por su deterioro, por su inutilidad, por su falta de aprovechamiento, por su falta de autoestima si las ventanas de un convento del siglo XIV tuvieran autoestima.
Y pensaba yo que esta ventana es una metáfora del tiempo que nos ha tocado vivir.
De unos años atrás, cuantas personas con un potencial enorme han sido tratadas como despojos y sacados de sus puestos de trabajo, cuantos han sufrido por sus hijos, sus amigos, sus padres que han pasado de ser activos a estar desaprovechados para la producción económica de este país, cuantas de estas personas no han perdido la sonrisa, la autoestima, la dignidad en muchas ocasiones por sentirse una carga para todos.
¿Tan difícil es adecentar la pared, aplicarle unas manos de cal, restaurar el marco de madera, quitar la mierda y desoxidar el hierro que permite ver a través del muro?.
¿Tan complicado es limpiar de sinvergüenzas esta sociedad, confiar en los trabajadores con ganas y en los empresarios honrados?.
¿Tan difícil es mirar por quienes de verdad nos van a sacar de esta situación, mirar por los que apuestan su poco pecunio y muchas horas del día para pelear por sus empresas, unos, y por sus puestos de trabajo, otros?.
Pues deberá serlo, porque la ventana está cada día más decadente, la pintura se cae a cachos, la madera apolillada y gastada, el hierro, con dos dedos de óxido y detrás, alguien ha colocado un tabique para que la mugre y la suciedad no penetre.
O para que el mal olor no salga. Que también puede ser.

1 comentario:

  1. Comparto al 100% tu desilusión y tu malestar al ver como parte del ingente patrimonio que nos ha hecho famosos en el mundo entero, sufre las inclemencias del tiempo y la dejadez a causa de la desidia de unos pocos. Esta ventana pertenece al Convento de San Leandro, en su fachada a la calle Caballerizas, por la cual transita la hermandad de San Roque, razón por la cual deberían adecentarla un poco. Un saludo y felicidades por este gran blog.

    ResponderEliminar